Dice que fue obligado por su cómplice a tomar rehenes

Buenos Aires.— Uno de los dos detenidos por la extensa toma de rehenes ocurrida el jueves en un prostíbulo del centro porteño aseguró ayer que fue obligado a intervenir en el hecho bajo amenazas de muerte, mientras que su cómplice, un ex convicto de 30 años, no declaró y fue internado en el hospital Borda ya que presentaba un cuadro de “violencia y excitación” que le impidió declarar ante el juez.

   El menor de 17 años apresado por el caso que durante 14 horas mantuvo en vilo al microcentro porteño, fue interrogado la tarde de ayer durante dos horas por el juez de instrucción Juan Ramos Padilla, mientras que Pedro Javier Blanco, de 30 años, estaba “muy violento y agresivo” y tras ser revisado por los forenses debió ser internado.

   Los dos detenidos fueron trasladados desde el hospital Ramos Mejía a los Tribunales y recién a las 17 se iniciaó la declaración porque Blanco estaba en “un estado de violencia y excitación que llamó la atención a los guardiacárceles”, aseguraron los voceros.

 

Confirmado. Asistido por el defensor oficial Sergio Paduczac, el joven aseguró que fue al prostíbulo porque mantenía una relación con una chica que trabajaba allí y él no quería que lo haga más, pero una vez en el lugar Blanco lo obligó a tomar rehenes.

   El adolescente, que en 2005 estuvo internado en el Instituto de Menores Belgrano de Capital Federal, negó todos los hechos que le imputa el juez, pero tras la declaración Ramos Padilla resolvió que continúe detenido.

   Cuando terminó el interrogatorio al menor, el magistrado intentó indagar a Blanco, pero no pudo hacerlo porque el joven estaba muy violento y los médicos forenses que lo revisaron recomendaron que fuera internado en la unidad 20 del hospital Borda.

   Blanco estuvo preso durante casi 10 años por homicidio y recuperó su libertad hace sólo seis meses desde el penal de la ciudad bonaerense de Magdalena, luego de pasar por una decena de cárceles debido a graves problemas de conducta. El martes próximo, si el estado de salud del acusado mejora, será otra vez llevado ante el magistrado, aseguraron las fuentes.

   Además, otro problema que surgió es que, como el menor acusó a Blanco de haberlo involucrado en la toma de rehenes, no pueden ser asistidos por el mismo defensor oficial y cuando vuelva a ser llevado al juzgado habrá que asignarle otro, ya que no presentó ningún abogado particular.

   Las fuentes explicaron que, incluso, el juez Ramos Padilla podría declararse incompetente ya que al haber un menor acusado, la causa podría pasar a ese fuero.

 

Tensión. El hecho comenzó cerca de las 14 del jueves y finalizó a las 4 del viernes en un prostíbulo que funciona en el tercer piso de Montevideo 497, en el centro de la Capital Federal. All se encontraban nueve mujeres y dos hombres que fueron sorprendidos por los dos delincuentes que ingresaron armados con una pistola calibre nueve milímetros y un cuchillo.

   Pero la llegada de los delincuentes fue advertida por un vecino que alertó a la policía, por lo que decenas de efectivos se convocaron en el lugar y comenzaron a rodear la zona. Desde entonces comenzaron las negociaciones entre la policía y los delincuentes, quienes se atrincheraron en el prostíbulo y hasta se asomaron por una ventana en la cual se mostraron con una de las rehenes a la que apuntaban con un arma en la cabeza.

   A las 4.10 de ese día, un grupo especializado del Geof irrumpió en el departamento y detuvo a los dos hombres, tras lo cual liberó a las ocho mujeres cautivas sanas y salvas.