Brasil apabulló a Chile y será el rival de los uruguayos

Apareció Brasil. A pesar de las notorias ausencias, el scratch ofreció anoche gran parte de su repertorio inconfundible para someter a Chile por 5 a 1 y transformarse en el rival de Uruguay en una de las semifinales de la Copa América.

Robinho, en dos ocasiones, Juan Baptista y Josue marcaron los tantos verdeamarelhos, mientras que Suazo descontó con un golazo, quizás el mejor del torneo, cuando ya había una diferencia indescontable de 5 goles.

El primer tiempo fue un verdadero festival de efectividad. En muchos casos acompañada por lujos, pero fundamentalmente eficacia. Brasil tuvo el control de la pelota, pero cada vez que pisó el área -no sucedió muy seguido-, convirtió. Primero Juan (16'), después Baptista (22') y posteriormente Robinho (28'). El choque de cuartos de final entre el scratch y Chile quedó clausurado, en cuanto a chances reales se refiere, antes del final de la primera etapa.

La movilidad y el toqueteo permanente de Brasil fueron un intríngulis indescifrable para una insulsa selección trasandina que sólo expuso algo de carácter en los pies de Marc González. La sensación de inferioridad ofrecida por los jugadores comandados por Nelson Acosta fue directamente proporcional con las enormes facilidades que encontraron los de Dunga cada vez que llegaron al área.

Chile salió a quemar las naves en el inicio del complemento, pero se encontró, una vez más, con la capacidad goleadora de Robinho, que puso el 4-0 a los 5' para que ya no quedaran dudas, ni expectativas de nada.

Sólo quedó tiempo para que Josue estampara el 5-0 (23'), Suazo descontara con un gol extraordinario (30') con caño y emboquillada incluídos, Vagner Love diera la última cachetada para llegar a la media docena (39') y para que Dunga protegiera a sus figuras con los cambios. El entrenador sacó a Robinho, Maicon y Juan cuando ya nada podía hacer peligrar la victoria de los defensores del título.

Un resultado tan inesperado como desestabilizador para Chile y rutilante para una selección brasileña que quizás por culpa de sus notorias ausencias, había ofrecido poco y nada en el máximo torneo continental.

Para Chile quizás signifique la salida de su entrenador apenas aterrice en suelo trasandino. Para Brasil seguramente será un envión inmejorable de cara al clásico con Uruguay. l