Pakistán: ultimátum a extremistas islámicos

Islamabad. — El presidente de Pakistán Pervez Musharraf lanzó un ultimátum a los extremistas islámicos atrincherados desde hace días en una mezquita, diciéndoles públicamente que debían elegir entre la rendición o la muerte, mientras crecía la preocupación por los cientos de mujeres y niños que se encuentran dentro del recinto.

   “Si no se rinden, lo digo aquí y ahora, morirán”, dijo Musharraf en sus primeros comentarios públicos sobre la crisis de la mezquita extremista en Islamabad. Cientos de tropas cercan el recinto fortificado que alberga la Mezquita Roja, o Lal Masjid, y una madrasa, (escuela islámica) de niñas, donde el martes comenzaron los enfrentamientos entre estudiantes armados y fuerzas de seguridad, después de meses de tensión.

   El conflicto rebela el frágil equilibrio entre el gobierno de Musharraf y el extremismo islámico más radical, que apoya a Al Qaeda y a los talibanes afganos.

   El balance de muertos se elevó ayer a 20, después de que un soldado muriera tiroteado en la mañana. Hubo informaciones sin confirmar de que los defensores de la mezquita enterraron ayer más cadáveres.

   Las explosiones han abierto boquetes en los muros exteriores del recinto, y se han registrado encarnizados tiroteos, pero no ha habido un asalto por temor a provocar una carnicería, que provocaría una ola de repudio nacional hacia el gobierno de Musharraf, un general que tomó el poder en 1999 con un golpe incruento.



Paciencia. Las autoridades calculan que de 50 a 60 extremistas se encuentran armados dentro de la mezquita. “Hemos demostrado una gran paciencia porque no queremos que muera gente”, dijo Musharraf a la prensa mientras visitaba la provincia de Baluchistán, afectada por inundaciones. “Podríamos haber hecho de todo. El gobierno tiene poder para esto, pero hay mujeres y niños”, que deben ser liberados por los rebeldes, comentó el presidente paquistaní.

   En tanto, el clérigo jefe de la mezquita radical, Abdul Rashid Ghazi, ha dicho que prefiere el “martirio” a rendirse, y ha rechazado las acusaciones del gobierno de que está utilizando a mujeres y niños como escudos humanos.

   Ghazi dijo que él y sus seguidores depondrían las armas, pero nunca aceptarían ser detenidos. “Me mantengo totalmente en mi posición, las detenciones son inaceptables”, dijo Ghazi. El clérigo detalló que tres “estudiantes” murieron el viernes y que el balance total de muertos se eleva a 80, pero el gobierno rechazó esta afirmación.