Protocolo, un aliado de los negocios

En un mundo cada vez más globalizado, seguir a pie juntillas el manual de buenos usos y costumbres, sobre todo cuando entran en juego actores internacionales, significa y determina en muchos casos la carta de presentación de una empresa u organización.

Es allí mismo cuando surge el término protocolo, una disciplina de criterios que permiten ordenar el personal, el espacio y el tiempo sin importar el ámbito en que sean aplicados. “Una empresa que hoy no aplique el protocolo, está embrutecida, pierde en acertividad y competitividad”, dijeron sin vueltas Etna de Fagre y Norella de Saretzki, dos de las disertantes internacionales que se presentaron en el Segundo Seminario Internacional de Protocolo que se realizó en Rosario.

Si bien son muchas las actividades en las que las empresas deberían echar mano del protocolo, las normas de ceremonial se aplican comúnmente para ámbitos académicos, empresariales y hasta personales. “No se diferencian las normas, pero sí se agrega especificidad de acuerdo al tipo de actividad que se organiza, como por ejemplo recibir autoridades extranjeras o reunir comisiones directivas, la base protocolar brinda sustento para aplicarlo desde todos los conocimientos técnicos que te da esta materia”, apuntaron las expertas.

Según las especialistas, “desde la revolución industrial hasta hoy es una realidad que un grupo de personas que conforma una empresa debe saber interactuar con la sociedad”.

Si se toma en cuenta que el protocolo significa orden, y que, como tal, regula las relaciones interpersonales, puede decirse que nada tiene que ver la naturaleza ni la dimensión o el tamaño de la empresa.



Costumbres

Sobre todo las compañías multinacionales deben valerse del protocolo internacional para no desentonar cuando se establecen tratos con culturas diferentes a la autóctona. “Es preciso hacerse conocedor de los usos y costumbres de cada espacio nacional”. Cada técnica de relación se adecua entonces con los escenarios donde se van a desarrollar las negociaciones independientemente del volumen de la operación, porque tiene que ver con un grupo de personas que interactúan por negocios y para obtener utilidades. “Hasta una fábrica de dulces debe valerse de esta herramienta”, dijeron.

¿Por qué el protocolo resulta indispensable para las empresas? Porque se trata de una filosofía de trabajo y de respeto. “Cuando se respeta al semejante, ya tenemos una ventaja y hasta nos aseguramos de que a nosotros nos traten igual”, concluyeron.