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domingo,
08 de
julio de
2007 |
Dos nómades franceses pasaron por Rosario y se fascinaron
Silvia Carafa / La Capital
Terminaron su vida activa laboral y decidieron que antes de ponerse las pantuflas y mirar televisión aún tenían mucho por ver y descubrir. Personas, lugares y continentes, nada le es ajeno a Valérie y Daniel Avard, que cerraron con llave la puerta de su casa en Houilles, al oeste de París, y salieron a ver el mundo a bordo de Jules y Jim, un utilitario y una scooter con nombre propio que desafían paisajes y asombran lugareños. Así llegaron esta semana a Rosario, donde se fascinaron con el Paraná y su gente y hoy pondrán proa hacia Uruguay.
“Argentina es es-pec-ta-cu-lar”, deletrean estos singulares nómades modernos que se deleitan con sólo evocar los sitios que visitaron desde el 10 de enero pasado, cuando salieron del país Galo. Tierra del Fuego, el Perito Moreno, los bosques petrificados, Península de Valdez, enumeran en un castellano precario pero preciso que aprendieron durante tres semanas en un Instituto Intercultural de Mendoza, ciudad que los fascinó.
Simpáticos, celebran la vida a través de sus miradas. “Hay muchos sitios diferentes, desiertos, glaciares, y parques nacionales”, explicaron sobre su visita al sur patagónico, aunque también aclararon que se maravillaron ron el noroeste argentino. Valérie trabajaba en recursos humanos y Daniel en una empresa de energía. A los 61 años y jubilados, armaron una casa sobre un utilitario, cargaron la moto para algunas incursiones más versátiles y salieron a comprobar que su lugar es el mundo.
La gente se asombra cuando los encuentra en los supermercados y ellos tienen su propio ranking para los productos argentinos: carne, pastas (tan buenas como en Italia), vinos y frutas cerrando lista. Para la pareja, preparar una cena a bordo de Jules y saborearla viendo cada atardecer nuevos paisajes es “maravilloso”.
Familiarizados. Fascinados por Rosario no perdieron detalles y se familiarizaron con sus calles en pocos días. Comunicativos, invitan a visitar la página web que funciona como bitácora: www.levoyagedejulesetjim.
Como Europa ya no tiene secretos, también conocen Africa del Sur, Estados Unidos, México y Turquía, a modo de ejemplo.
Hoy dejan la ciudad con rumbo a Uruguay, Brasil y al resto de América latina convencidos de que los vínculos humanos son la mejor inversión para el espacio que deja la vida laboral. Familiares, amigos y la casa del oeste parisino pueden esperar.
Atrás queda Rosario, una ciudad que, según aseguran, los "atrapó" y a la que esperan volver algún día para seguir disfrutando sus calles.
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Fotos
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Valérie y Daniel sonríen desde su motocicleta a metros del Monumento.
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