La burocracia que perjudica los cambios

En el 2005 se aprobó la ley de educación técnica y profesional, que entre otros puntos contempla el equipamiento de esta modalidad. Sin embargo, al menos en Santa Fe, no todo funciona en consonancia con la letra de la norma que promete revertir el descuido de años al que se sometió a la modalidad.

Según denunció la Amsafé provincial, “las escuelas técnicas que inician gestiones para equipamiento e infraestructura, son victimas de la burocracia ministerial y los fondos recibidos pierden poder adquisitivo por las demoras en su entrega”.

Pasa que, para cumplir con lo normado por la ley de educación técnica, hay que seguir los requisitos solicitados por el Instituto Nacional de Educación Técnica (Inet) para recibir de ese organismo los fondos. Entre las exigencias del Inet está la de presentar presupuestos por parte de las escuelas. Pero entre papel y papel, pasa mucho tiempo y los presupuestos pierden vigencia. Las demoras se originan—advierten desde Amsafé— “en los mecanismos burocráticos que implementa el Ministerio de Educación provincial, al que le interesa más que se completen tales formularios que la necesidad de las escuelas”. El papelerío requerido por el Ministerio santafesino vuelven un trámite simple en un “Se gasta de esta manera mucho tiempo de directivos y docentes; habiendo dinero no se puede utilizar para dar a los jóvenes la educación que merecen”, dicen desde Amsafé.