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sábado,
23 de
junio de
2007 |
La policía vigila la labor de la EPE por la ira de los usuarios
Unos 15 agentes del Cuerpo de Infantería y tres móviles resguardan a los operarios. Para la empresa, las zonas conflictivas son Las Flores y Cabín 9. Siguen los apagones
Claudio González / La Capital
A pocas horas de la virulenta reacción de los vecinos de Las Flores Este, que apedrearon la subcomisaría del barrio tras la explosión de una estación transformadora, y ante el creciente malestar generalizado por los cortes de luz, el Cuerpo Guardia Infantería (CGI) de la policía provincial salió a custodiar de forma permanente a las cuadrillas de la Empresa Provincial de la Energía (EPE) para evitar que sean blanco de la furia que se vive en los barrios.
La interrupción permanente y repentina del flujo eléctrico, más los bajones de tensión que jaquean principalmente al sudoeste y norte de Rosario, motivó que la EPE dispusiera trescientos operarios con dedicación exclusiva en la calle para reponer el servicio en el menor tiempo posible.
Pero los trabajadores quedaron expuestos a la ira de clientes y usuarios, que reaccionan airadamente cuando se presentan para reparar los desperfectos. Los vecinos expresan su furia ante la seguidilla y la extensión en el tiempo de los cortes. Así, en más de una oportunidad los técnicos fueron objeto de robos, intimidaciones y hasta amenazas en sectores como Las Flores Este y Cabín 9.
Custodia por el malestar. Ante ese panorama, tanto la conducción gremial del Sindicato de Luz y Fuerza que nuclea a los trabajadores, como las autoridades de la compañía estatal, salieron a pedir la colaboración de los vecinos para no entorpecer las tareas. “Comprendemos el malestar de la gente, pero los empleados van a reponer el servicio. Si reaccionan contra ellos se demora la solución”, coincidieron desde ambos sectores. Mientras tanto, los cortes siguen afectando a varias zonas de la ciudad.
Lo concreto es que entre cuatro y cinco móviles del Cuerpo Guardia de Infantería, con al menos 15 efectivos, custodian desde el último martes a las cuadrillas de la EPE para evitar agresiones e intimidaciones. A eso se suma el patrullero del Comando Radioeléctrico que habitualmente acompaña las tareas de reparación en las zonas más conflictivas.
En las Flores Este, en tanto, donde la gente apedreó el jueves la subcomisaría 19ª (Flor de Nácar 1979) tras el estallido de un transformador, ayer a la mañana dos camionetas con personal de Infantería resguardaron durante todo el día al personal de la EPE, sus herramientas y elementos de trabajo. Todo, ante la atenta mirada de los vecinos.
“Comenzamos a instrumentar este operativo desde el martes 19. Destinamos tres pick up y cinco efectivos por cada cuadrilla de la EPE”, confirmó Ariel Lalli, jefe del Comando Guardia de Infantería.
El titular del escuadrón detalló que el personal a su cargo trabaja diariamente en la prevención, la disuasión y restablecimiento del orden alterado. “Los operarios se siente amedrentados y nosotros les brindamos cobertura y seguridad”, amplió Lalli.
Hay un límite. El jefe de área de Distribución Rosario de la EPE, Raúl Stival, indicó que hay 300 operarios trabajando en la calle y seguirán durante todo el fin de semana. “La preocupación es grande, porque vemos la agresividad de la gente. Lo entendemos, no es fácil estar 24 horas sin luz, pero el personal técnico no es el responsable de los cortes, al contrario, los van a solucionar”, remarcó el funcionario.
Stival indicó que el exceso de demanda es uno de los factores que hacen eclosionar el sistema. Pero desligó los problemas estructurales de la reacción ciudadana. “No puede ser que en algunas zonas tengamos que pagar peaje para reponer el servicio. Hemos llegado a un límite. Le pedimos comprensión a la gente”.
Además, manifestó su deseo de superar lo que para él es una “minicrisis. En cantidad de clientes, los afectados por los cortes son muy pocos respecto a los 350 mil que hay en el Gran Rosario. Tenemos problemas a lo sumo con 500, pero son puntuales y periféricos, en sectores de baja tensión y con alta conflictividad social”, agregó.
En tanto, desde el sindicato de Luz y Fuerza también expresaron su preocupación por el riesgo laboral que pone en juego la integridad de los empleados. “No se dan tantos robos y tampoco agresiones físicas, pero sí actitudes intimidatorias, como en Cabín 9, Las Flores y zona oeste”, detallaron desde el gremio.
A un día de emitir un comunicado oficial donde se le pide “colaboración a los vecinos para que los operarios puedan ingresar con normalidad”, el gremio volvió a demostrar su preocupación. “Entendemos el enojo y la ira, pero en la medida que colaboremos todos, los problemas se solucionan antes” recalcaron. l
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Los operarios de la EPE fueron ayer a Las Flores a reparar un transformador custodiados por dos camionetas de Infantería y una decena de policías. Trabajaron ante la mirada de los vecinos.
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