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sábado,
16 de
junio de
2007 |
El campeón San Lorenzo cerró el ciclo con un triunfo inmerecido
Abel Gamarra
Buenos Aires.- Cuando parecía que Quilmes se depedía de Primera con una victoria ante el nuevo campeón, dos desafortunadas acciones del arquero Luciano Palos le permitieron a San Lorenzo derrotar a los “cerveceros” por 2 a 1, sin merecerlo.
Si bien la conquista del título le quita a San Lorenzo la presión de jugar este último partido a cara de perro, sorprendió en algo la postura del equipo dirigido por Ramón Díaz, porque en los primeros cuarenta y cinco minutos su actitud fue sumamente pasiva.
Entonces Quilmes, el ya descendido Quilmes, decidió despedirse de la categoría de la mejor manera y se puso la pilcha de principal portagonista.
Y la apuesta le salió bien porque de a poco encerró a San Lorenzo contra su campo. Lo de Quilmes, entonces, se sustentó en tres o cuatro puntos importantes, sin olvidar, claro, la actitud de San Lorenzo.
Quilmes encontró claridad con las subidas de Alvaro Pereira por izquierda, el manejo que le dio en el medio Esteban García y los encuentros que tuvieron Pablo Batalla y Carlos Luna.
El partido, entonces, era de Quilmes y por eso encontró el gol. La jugada nació en un corte de Luna por la izquierda, el delantero le cedió el balón a Batalla, quien sacó un remate bajo y cruzado que terminó su recorrido dentro del arco de Orión.
Apenas dos minutos después, Quilmes pudo conseguir el segundo, pero el remate de Jorge Medina se fue rozando el palo derecho de Orión.
Después no quedó mucho más para rescatar. Quilmes siguió siendo el dueño del trámite, pero cuando Ezequiel Lavezzi y Andrés Silvera lograron juntarse, algo que sólo sucedió en un par de ocasiones, quedó flotando la sensación de que San Lorenzo podía crear peligro.
Nada cambió en el complemento: Quilmes continuó haciendo el gasto, y San Lorenzo se mantuvo a la espera. Pero claro, en estos 45 minutos hizo su aparición Palos y la historia se dio vuelta.
El empate de San Lorenzo llegó con el primer error de Palos. A los 17 minutos, Osmar Ferreyra ejecutó de zurda un tiro libre fuera del área grande. La pelota llevaba dirección pero no potencia, y Palos, que reaccionó tarde, dejó que el balón se le escurriese entre las manos.
Con la igualdad, el panorama no cambió demasiado, porque las ganas de Quilmes siguieron, y la parsimonia de San Lorenzo, también.
Y en eso volvió a aparecer Palos. Sobre los 40 minutos desde el campo de San Lorenzo salió un pase profundo. La pelota era de Palos, pero el arquero creyendo que el asistente había cobrado offside de Silvera (una posición adelantada que existió) se desentendió de la acción, y le dejó el balón al delantero, quien remató con el arco libre para poner el partido 2-1.
Ya no había tiempo para hazañas. Quilmes se despidió con una derrota, y San Lorenzo estrenó el título con un triunfo que no mereció. (DyN)
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