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domingo,
03 de
junio de
2007 |
La pista lleva hacia una red islámica en el Caribe
Nueva York. — Las cuatro personas, incluyendo un ex parlamentario guyanés, acusadas por el complot contra el aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York, no están vinculadas con Al Qaeda, pero sí señalan hacia una red islámica en Guyana y el Caribe, según los investigadores del FBI.
Esta fue “una de las conspiraciones más escalofriantes que se puedan imaginar”, comentó Roslynn Mauskopf, una de las fiscales del distrito del este de Nueva York, en conferencia de prensa.
La tubería de distribución de combustible del aeropuerto, de 64 kilómetros de largo, se extiende desde Nueva Jersey a través de los distritos de Nueva York de Staten Island, Brooklyn y Queens.
Mark Mershon, director asistente del FBI en Nueva York, dijo que no habían indicios de una conexión con la red Al Qaeda. “Pensamos que esta amenaza está completamente bajo control”, dijo Mershon en conferencia de prensa.
El complot, que data de enero de 2006 hasta el presente, fue delineado por una red internacional de extremistas musulmanes de Estados Unidos, Guyana y Trinidad y Tobago, agregó el comunicado oficial del FBI y los fiscales.
Los cuatro acusados fueron identificados como Russell Defreitas, ciudadano estadounidense nativo de Guyana arrestado en Brooklyn. Las autoridades dijeron que Defreitas fue empleado del aeropuerto. Otros dos de los sospechosos estaban bajo custodia en Trinidad y Tobago: Abdul Kadir, ciudadano de Guyana y ex miembro del Parlamento, y Kareem Ibrahim, ciudadano trinitense. El cuarto fue identificado como Abdel Nur, también ciudadano guyanés. Merchon dijo que Nur era un fugitivo que se pensaba que estaba en Trinidad. Las autoridades estadounidenses dijeron que Kadir y Nur eran socios de Jamaat Al Muslimeen, quien estaba detrás de un intento de golpe en Trinidad en 1990.
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