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domingo,
03 de
junio de
2007 |
Critican la falta de políticas para enfrentar el cambio climático
“El incremento de las precipitaciones, las grandes y frecuentes tormentas, el mayor caudal promedio y crecidas del Paraná y otros ríos ya son datos censados y comprobados por los estudios sobre cambios globales. Pero las respuestas son muy parciales y no hay políticas públicas”, indicó Pablo Bertinat, docente de la Universidad Nacional Rosario y responsable del área sobre energía del Taller Ecologista de Rosario.
Esa preocupación por el papel del Estado ante el calentamiento global es compartida por el biólogo cordobés Raúl Montenegro, presidente de la Fundación para la Defensa del Ambiente (Funam). “La política ambiental de la Secretaria de Medio Ambiente de la Nación va en sentido opuesto a aumentar la resistencia ambiental que tiene el país al cambio climático”, afirma quien fue premio Nobel alternativo 2004 por su trabajo en comunidades y pueblos indígenas, en defensa del ambiente y la conservación de los recursos naturales.
En extinción
En tanto, desde Fundapaz, organización de la ciudad de Vera, el ingeniero Martín Simón resalta que en la región hay especies de flora y fauna en extinción. “El venado de la pampa, el águila coronada y el aguará guazú peligran porque lo que está en extinción es su hábitat: el bosque. En Santa Fe quedan 700 mil hectáreas, algunos ya degradados, lo que requeriría unos 50 años para recuperarlos. Se perdieron montes en 9 de Julio, Vera y General Obligado”, señala Simón, dirigente de la Red Agroforestal Chaco.
“Otro tema grave es que al perderse el bosque también se genera la expulsión de agua y de gente de la zona".
Los trabajadores rurales se ven obligados a emigrar a las ciudades, porque un campo dedicado a la agricultura genera menos fuentes de trabajos que un monte”, asegura.
“En política —admite Simón— hay señales de cambio, pero son insuficientes. En 2004 se aprobaron las leyes de manejos de recursos naturales y de zonificación de Santa Fe para determinar los riesgos de los desmontes y la protección de esos lugares. Pero hasta la fecha no hay presupuestos provinciales para aplicarlas.
Bosques esponja
Los efectos más claros del cambio climático son las inundaciones de 2003 y de este año. Esos fenómenos tienen que ver con la desaparición de bosques.
Juan Carlos Villalonga, de Greenpeace, señala que los gobiernos no hablan del tema. "Hay intereses económicos, pero poner al país en función del mercado externo produciría que la soja termine con los bosques. No hay margen para ningún tipo de negociación".
Para Montenegro, “los proyectos sobre expansión de la frontera sojera y el maíz transgénico y los desmontes indiscriminados disminuyen la resistencia”.
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