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sábado,
26 de
mayo de
2007 |
Rugby: Atlético del Rosario ahora cayó ante San Albano
Pablo F. Mihal / Ovación
Si bien las derrotas duelen por definición, la que sufrió ayer Atlético del Rosario en su visita a San Albano por 30-18 (5-0) resultó tremenda ya que profundizó el mal momento por el que atraviesa el primer equipo del pasaje Gould. Perdió protagonismo.
Plaza venía de una dura derrota ante San Cirano en su propia casa pero aún así conservaba un lugar dentro de los equipos que clasifican a la Zona Campeonato pero la derrota de ayer hizo que la cosa se le complicara bastante.
El primer triunfo de San Albano en el historial se dio ayer, por méritos propios primero pero porque también Plaza hizo (o no hizo) todo como para que esto ocurra.
Los rosarinos tuvieron un buen arranque que hacía soñar con la recuperación pero ese ímpetu duró apenas un cuarto de hora. Tras ese lapso, Atlético no fue el mismo y cayó preso de su propia desidia. Fue, fundamentalmente, un equipo sin actitud y eso en un juego como el rugby se paga caro. Sin la pelota, ya que la obtención no fue buena, no pudo jugar y se limitó a defender. Y en las pocas pelotas que tuvo para atacar hubo muchas imprecisiones en el traslado que facilitaron el trabajo de la defensa local.
La falta de concentración y de orden táctico siguieron siendo tan evidentes como lo fueron ante San Cirano, partidos a priori accesibles pero que terminaron por desnudar la realidad plazona.
A esto se suma la gran cantidad de inexplicables errores cometidos, algunos de ellos muy gruesos si se tiene en cuenta que los actores son jugadores de primera división. Y ni que hablar de la indisciplina: ayer Ciochetto, Nievas y Berlande vieron la tarjeta amarilla. Por si esto fuera poco, Alexis Weitemeier vio la roja. Un panorama realmente negro.
“Este partido era clave para agarrar nuevamente confianza después del partido ante San Cirano, donde las cosas salieron realmente mal. Ayer tampoco pudimos plasmar nuestro juego. Jugamos solamente los primeros quince minutos y después perdimos la iniciativa, cometimos muchos penales infantiles y seguimos con esas indisciplinas que nos llevan a perder partidos que se pueden ganar y nos sirven para la clasificación”, confesó Lionel Wacker, ayer debutante en el puesto de apertura en la primera de Plaza.
El momento de Atlético es difícil de entender y a la vez es complejo de explicar. Ayer sumó otro eslabón en su cadena de derrotas pero aún está a tiempo de levantar cabeza y salir del pozo. Aunque sea por amor propio, Plaza está ante el desafío de cambiar la racha. Y para ello no depende de nadie más que de Atlético mismo y en ese sentido el rugby cada fin de semana da la revancha.
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