Teólogos alemanes critican al Papa por oficina de censura

La Congregación de la Doctrina de la Fe exaspera a estudiosos que demandan una mayor apertura

El Papa Benedicto XVI está bajo crecientes críticas por parte de sus ex colegas teólogos alemanes, uno de los cuales asemejó la oficina doctrinal de la Iglesia Católica, que el Pontífice alguna vez encabezó, con las agencias de censura del siglo XIX. Su censura en marzo al padre Jon Sobrino, un líder partidario de la Teología de la Liberación, provocó pedidos de una profunda revisión de la Congregación para la Doctrina de la Fe (CDF).

"Debe reformarse la estructura de la CDF", dijo Peter Huenermann desde Tubinga, Alemania. "Aún opera como las oficinas de censura que la mayoría de los países europeos tuvieron hasta fines del siglo XIX", agregó el autor del pedido y profesor de teología retirado de la Universidad de Tubinga.

Aproximadamente 130 teólogos de Alemania y Austria han respaldado la solicitud y están comenzando a llegar mensajes de apoyo de otros países, a medida que se va traduciendo.

La protesta equivale a un voto de no confianza a la manera en que Benedicto XVI, quien encabezó la CDF durante 24 años antes de convertirse en Papa en el 2005, lidia con los pensadores críticos de la Iglesia.

La Asociación Europea de Teología Católica, con sede en Lovaina, Bélgica, también protestó contra la censura de la CDF, diciendo que está mal argumentada y que había ignorado "los progresos teológicos de los últimos 50 años".

Huenermann, a cuyo colega de Tubinga Hans Kueng la CDF prohibió enseñar teología católica en 1979, denunció que hay una necesidad de cambio. "Tienen un pequeño equipo de funcionarios que trabaja a partir de las denuncias que recibe", dijo. "Pero vivimos en un tiempo en que los teólogos de todas partes están investigando constantemente nuevos temas. Hay muchas nuevas cuestiones, como bioética y tecnología".

La CDF, ahora encabezada por el cardenal William Levada, de Estados Unidos, informó que "Jesucristo liberador" y otros escritos de Sobrino contienen pasajes "erróneos o peligrosos", que acentúan la humanidad de Cristo más que su naturaleza divina.

En su artículo, Huenermann discutió las críticas hechas por la CDF y dijo que algunas eran equivocadas, no comprobadas o "basadas en una lectura apresurada" de los libros de Sobrino. Añadió que la CDF debería trabajar como una junta de revisión académica, usando métodos modernos como evaluación de publicaciones por parte de pares, para permitir que los teólogos prueben nuevas ideas. Comunicó que él y otros colegas están considerando trazar una propuesta de reformas. l (Reuters)