La vida pasa por la música

Soy estudiante de la Escuela de Música de la UNR. Quizás nuestra carrera hoy en día es una utopía para muchos. Escribo esta carta para contar que quienes tenemos el privilegio de estudiar música lo hacemos con esfuerzo, sacrificio y mucha vocación. Nuestros maestros hacen de la escuela un hogar, un espacio maravilloso donde los sonidos, las ideas, la historia y las nuevas músicas se gestan. El corazón habita en nuestro patio, en el alcanfor que nos acompaña, en la biblioteca, en las audiciones, en nuestros pasillos. La vida misma pasa por la humanidad de la música en cada rincón de esta ciudad. Los músicos no hacemos a la violencia, hacemos a la música. Podemos disentir, discutir pero nunca violentar un espacio que es de todos y para todos. Quiero revalorizar a nuestra escuela que, aunque sin gas, sigue adelante. Y agradecer por sobre todas las cosas a las autoridades y a la Asociación de Profesores que nos brindan día a día oportunidades para mantener los instrumentos y comprar materiales. Invito a los rosarinos a conocer nuestro espacio en la Siberia. Allí verán que hacemos la música, no la guerra. Nos une el amor, no el espanto.

María Cecilia Micetich

DNI 27.606.399