Año CXXXVII Nº 49478
La Ciudad
Política
Información Gral
El Mundo
Opinión
La Región
Policiales
Cartas de lectores
Mundo digital



suplementos
Ovación
Señales
Economía
Escenario
Mujer
Turismo


suplementos
ediciones anteriores
Educación 19/05
Estilo 19/05
Salud 16/05
Página Solidaria 16/05

contacto

servicios
Institucional

 domingo, 20 de mayo de 2007  
La contracara del aumento de recaudación
Por el denominado impuesto inflacionario el Estado acumula a costa del bolsillo

Ariel Kaplan

Durante todo 2006 y en especial los primeros días de 2007, nos vimos invadidos de comunicaciones del gobierno nacional respecto a los récords logrados en materia de recaudación tributaria.

Si bien la elevada recaudación contribuye al logro del superávit fiscal (diferencia de ingresos versus egresos) que es un elemento macroeconómico fundamental en políticas de desarrollo, el cuestionamiento ético es el siguiente: ¿el récord de recaudación tributaria debería ser motivo de orgullo por parte del gobierno? ¿Lo logró sólo por la vía de la reactivación de la economía sin subir los impuestos o existe otra razón? ¿Ocultan algo? La respuesta es: lo logró en gran medida a costa del poder adquisitivo de la gente por vía del perverso “impuesto inflacionario”.

Después de la devaluación la Argentina se ve inmersa en un proceso inflacionario. La inflación entendida como un incremento sostenido en el nivel general de precios. Todos nos vemos afectados por ella mes a mes y corroe nuestro poder adquisitivo si no tenemos la suerte de que nuestros ingresos se ajusten periódicamente (que es el caso del 90% de los habitantes del país).

Pero el deterioro del poder adquisitivo por la inflación se ve además agravado y potenciado además por el “impuesto inflacionario”. Se trata del mecanismo por el cual el gobierno por inacción (o acción encubierta) recauda más en detrimento del poder adquisitivo de la población, o sea es un mecanismo adicional de transferencia de ingresos de la población (o sector privado en general) hacia el gobierno (o sector publico en general).

Este impuesto inflacionario no está en ningún lado legislado pero es el mecanismo actual por el que el Estado más recauda y no lo dice.

Para ponerlo en números, en 2006 el total de la recaudación tributaria se incrementó un 22% respecto de 2005 pasando de 131.000 millones a 167.000 millones de pesos y mucho de esto es producto del impuesto inflacionario que actúa a nivel de impuestos, de los recursos de la seguridad social y en los recursos aduaneros (todos ellos, impuestos al fin).

Ahora, el rubro impuestos generales en 2006 totalizó 106.000 millones de pesos, una suba de 22% respecto de 2005.



El más regresivo

El impuesto inflacionario es el más regresivo de todos ya que afecta mucho más a las personas que no pueden ver sus ingresos incrementados a medida que hay inflación (que es la mayoría de la población). Por eso, a no engañarse. El Estado tiene vías alternativas para mantener el poder adquisitivo de la gente como bajar la carga impositiva a medida que existe inflación. Podrán decir que esto generará más consumo y más inflación por incremento de demanda, pero existen políticas monetarias y fiscales para contrarrestarla.
enviar nota por e-mail
contacto
Búsqueda avanzada Archivo


Ampliar FotoFotos
Ampliar Foto
La suba de la recaudación, uno de los mayores logros de Abad.

Notas Relacionadas
El impacto fiscal en el poder adquisitivo




  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados