Una primera dama para la polémica

París. - Es delgada y de fuerte carácter, trabajó en ocasiones como modelo para Coco Chanel y Elsa Schiaparelli, pero todos la conocen ahora como Cecilia Sarkozy. Esta francesa de 49 años, con raíces españolas, nació como Cecilia María Sara Isabel Ciganer-Albéniz, pero ahora tendrá que ejercer un papel muy distinto como la esposa del presidente de Francia.

El país está a la expectativa, sobre todo después de los reiterados vaivenes del matrimonio, que se separó por un tiempo en 2005, mientras ella sostuvo un romance con un ejecutivo publicitario y él salió con una periodista. Un año más tarde, la pareja se reunió ante los flashes de los fotógrafos.

Sin embargo, Cecilia rechaza los medios y estar en primer plano. Muchos se preguntan cuánto estará dispuesta a exponerse como inquilina del Palacio del Elíseo, tras algunos momentos de tensión con la prensa en el pasado. El domingo de la victoria de su esposo ante Segolene Royal, el día más importante de la carrera de Sarkozy, Cecilia apareció sólo a última hora en los festejos. Según trascendió, la ex modelo ni siquiera fue a votar ese día, después de haber mantenido una fuerte discusión con su marido.

La historia del matrimonio no deja de ser curiosa, porque siendo un joven y ambicioso alcalde del suburbio parisino de Neuilly-sur-Seine, Sarkozy casó en 1984 a Cecilia con el astro de la televisión Jacques Martin, una unión que no duró mucho.

Para que Cecilia y Nicolas Sarkozy pudieran casarse en 1996, ambos tuvieron primero que divorciarse. Dos de los hombres más ricos de Francia fueron los testigos de la boda, Martin Bouygues y Bernard Arnault.

El matrimonio fue considerado "de ensueño", una unión "en el amor y en la política". Las imágenes mostraron a Cecilia y Sarkozy haciendo jogging y caminando de la mano al Ministerio del Interior. Ella se convirtió en la mano derecha de su marido y en una atractiva embajadora ante los medios.

Pero los violines ya no suenan tanto desde 2004, cuando Cecilia se acercó demasiado al publicista Richard Attias. Entonces Sarkozy apareció pálido y reconoció problemas en su matrimonio, "como los que tienen millones de personas", aseguró.

Sarkozy y su esposa Cecilia.