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miércoles,
16 de
mayo de
2007 |
Alquilar en Rosario cuesta hoy un 35 % más que el año pasado
Alquilar un inmueble en Rosario cuesta hoy un 35 por ciento más que el año pasado, y para renovar un contrato hay que pensar en pagar un 87 por ciento más de lo que se había acordado en 2005. Así lo revela un estudio al que tuvo acceso La Capital on line elaborado por el observatorio de indicadores sociales de la Concejalía Popular que dirige el concejal Nire Roldán. La institución viene realizando de manera periódica este tipo de investigaciones, que en mayo del año pasado le permitió advertir un incremento de las locaciones de entre un 80 y un 120 por ciento, y que este año detectó aumentos en los alquileres de locales comerciales de hasta un 300 por ciento.
Con estos datos en la mano, Roldán insistió con dos proyectos de su autoría: la creación del Servicio Público de Alquileres (un ámbito de asesoramiento) y un registro de contratos de locación (espacio de control).
“Desde la concejalía armamos un equipo de trabajo que funciona como observatorio de indicadores sociales, con el que venimos estudiando el comportamiento de algunas variables económicas”, recordó el concejal. “Hace un año hicimos un trabajo similar, y vimos que cuando se renovaban los contratos de locación firmados en 2004, los nuevos alquileres eran entre un 80 y un 120 por ciento más caros. Desde aquel momento hasta hoy, el incremento fue del 35 por ciento promedio, pero quien tiene que renovar hoy el contrato de 2005 que se le venció, va a pagar un 87 por ciento más de lo que firmó hace dos años”, denunció.
Estas cifras surgen de cotejar datos obtenidos de las cámaras inmobiliarias, de la oferta que se presenta en los avisos clasificados y de la observación directa en distintas partes de la ciudad, explicó el concejal. Los registros, obviamente, ubican al incremento de los costos en el mercado inmobiliario muy por encima d e la inflación general, y generan, para Roldán, un problema social grave.
“El inquilino –razonó- es el eslabón más débil de esta cadena, porque no tiene más opción que la de aceptar o irse, es decir, quedarse en la calle. Por eso se terminan permitiendo cláusulas prohibidas expresamente, como la indexación encubierta del costo de los alquileres.
Dos dormitorios, el mayor problema
Las cifras que surgen del estudio realizado por la Concejalía Popular ponen de relevancia que las unidades más castigadas por el incremento a la hora de alquilar son las casas o departamentos de dos y tres dormitorios; o sea, las destinadas a la residencia familiar.
Por ejemplo, para una familia que necesita dos dormitorios el canon cuesta entre 650 y 1.800 pesos según dónde está ubicada. El costo promedia los 885 pesos, de acuerdo a la ubicación: en el macrocentro está en 860, en los barrios es apenas inferior a los 700, y una casa en la periferia promedia los 890.
En cuanto a unidades de tres dormitorios, el alquiler está en los 1.425 pesos en promedio para las casas, y alrededor de 1.350 para los departamentos, lo que implica un aumento superior al 42 por ciento respecto de mayo de 2006, dice el informe del observatorio de indicadores sociales.
Las condiciones de ubicación son determinantes cuando se analizan los aumentos de valores para unidades monoambientes y de un dormitorio. En ese sentido, el informe destaca que alquilar un inmueble de un dormitorio cuesta alrededor de 675 pesos en el centro, 575 en el macrocentro, y 550 promedio en los barrios. Esto significa un incremento del 39 por ciento en el centro, 29 por ciento en los barrios y un 18 por ciento en el macrocentro.
Respecto de los monoambientes se alerta que un canon promedio a mayo de 2006 era de 372 pesos, mientras que en la actualidad supera los 475 pesos.
Comercios
Este estudio se suma al que difundió la Concejalía hace un mes, y que mereció un artículo de La Capital el 21 de marzo. Allí se hacía constar que siete de cada diez comerciantes y pequeños y medianos empresarios (pymes) no pueden realquilar sus locales por las exigencias de nuevos precios y garantías, que en promedio registran una suba del 80 por ciento y en casos puntuales, hasta el 300.
Aquel estudio se hizo sobre 400 casos de pequeñas y medianas empresas o comercios en más de siete centros comerciales de Rosario, donde los inquilinos de locales comerciales o espacios para talleres y pymes mostraron su incertidumbre.
Según aquel relevamiento, el 71 por ciento de los pequeños empresarios que alquilan no estaba en condiciones de renovar su contrato de alquiler, mientras que el 45 por ciento opinó que "muy difícilmente" el aumento del canon es o será proporcional al incremento de la actividad. El 34 por ciento fue más taxativo y dijo que no lo es, mientras el 21 cree que sí.
En tanto, el 96 por ciento de los encuestados sostuvo que los incrementos son injustos. "Es un tema complejo porque se puede alegar el derecho de los propietarios y por supuesto que es así, nosotros no planteamos una regulación, pero sí la creación de contratos protegidos para estos casos", se lee en palabras de Roldán en el artículo publicado el 21 de marzo por este diario.
A la carga
Con todos estos datos en la mano, Roldán volvió a la carga con sus dos proyectos vinculados al tema de los alquileres, y que llevan más de un año de presentados: el Servicio Público de Alquileres y el Registro Único de Contratos Locativos.
El primero de los proyectos propone la creación de un organismo municipal, con autonomía técnica y administrativa y autarquía financiera que intervenga en la dinámica del mercado de alquileres de vivienda y locales comerciales, "facilitando las transacciones y priorizando los derechos de las partes". Y el segundo tiene por finalidad transparentar las condiciones y relaciones de contratación, mediante la "inscripción de cada uno de los contratos formalizados y ejecutados en la ciudad, con carácter obligatorio para los corredores inmobiliarios o intermediarios, para verificar y controlar la legalidad y legitimidad de los convenios".
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