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domingo,
06 de
mayo de
2007 |
De evasión
a cohecho,
un solo paso
El caso Skanska se asemeja a las mamushkas, esas muñecas rusas que se esconden una dentro de otra.
Una investigación por evasión de impuestos llevada adelante por el juez en lo penal tributario Javier López Biscayart reveló que la empresa Skanska había fraguado operaciones con la empresa fantasma Infiniti por 13 millones de pesos en 2005.
Skanska admite el hecho y pagó 17 millones de pesos al fisco por lo evadido y las multas.
Cae detenido el titular de Infiniti, Adrián Pérez, quien en su declaración dejó entrever que Skanska usó los fondos desviados para sobornar a funcionarios del gobierno.
Una auditoría interna en marzo de 2006, Skanska habló del pago de "comisiones indebidas" en la construcción de gasoductos, pero no dice quiénes las cobraron.
Skanska releva a toda la cúpula de su filial argentina.
El diputado Pérez hace una denuncia por cohecho ante los jueces Montenegro y López Biscayart.
En la causa obran documentos aportados por TGN, que en enero de 2005 denunció ante el Enargás sobreprecios en los presupuestos presentados por Skanska y otras firmas para construir una planta compresora en Deán Funes, Córdoba: de los 11 millones previstos, las contratistas pasaron a pedir 28.
Tras dos frustrados intentos para bajar los precios, Enargás ordenó que las obras se realicen igual.
El diputado Pérez denunció ante la Justicia a Fulvio Madaro (titular del Enargás), Daniel Cameron (secretario de Energía) y José López (secretario de Obras Públicas).
Hasta ahora el único funcionario que declaró es Néstor Ulloa, gerente de Nación Fideicomisos. Lo hizo espontáneamente ante López Biscayart. Ulloa es mencionado por un memo interno de Skanska como quien le recomendó hacer negocios con Infiniti.
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