Qué esconde el millonario fraude de un operador bursátil

La firma Ossola cerró hace un mes perjudicando a 295 acreedores en unos 65 millones de pesos

Hernán Lascano / La Capital

Un total de 295 personas figuran entre los damnificados por el cierre de la operadora de Bolsa Ossola SA. Al listado de acreedores lo integra una heterogénea franja de profesionales, funcionarios privados, industriales, constructores y ahorristas particulares que vieron desintegrarse sus inversiones en forma de títulos o acciones en un abrir y cerrar de ojos.

La evaporación de esos montos, que en cuatro juzgados penales se investiga como estafa, convierte al tema en el mayor fraude económico local de los últimos años. En el expediente civil la deuda reconocida por la agencia roza los 65 millones de pesos. Las cifras y los nombres empiezan a surgir, pero la historia íntima de cómo la principal operadora del mercado bursátil de Rosario llevó a sus clientes al abismo tal vez no se sepa nunca. Y, sospechan los abogados, es probable que nadie pague por lo ocurrido. Ni con encierro ni con plata.

El concurso preventivo de Ossola SA, firma que cerró el 6 de marzo, se tramita en el juzgado Civil y Comercial Nº 3, a cargo de Hernán Carrillo. Los tres expedientes que allí se acumulan atesoran información rica en detalles y en incógnitas. Una de ellas es cómo una firma que el 30 de junio del año pasado mostraba disponibilidades por 8.982.980 pesos, entre flujo de efectivo y de bancos, ocho meses después exhibía apenas 8.380 pesos en su caja y 15.253 pesos en bancos: se habían esfumado 8 millones. La diferencia es que ahora el rojo escalaba a 23.452.606,99 pesos. De ese rojo, 22.368.116 pesos era por operaciones bursátiles. Es decir las acciones y los títulos en apariencia sustraídos de los inversores.

Los representantes legales de los clientes defraudados no se mueven de una idea que repiten en los juzgados: si eso pasó fue porque se confeccionaron balances falsos. No obstante, el último ejercicio tuvo dictamen favorable y sin reservas del auditor contable. Pero sólo con un balance irregular, creen los abogados, pudo producirse la caída en tiempo récord del patrimonio de la agencia de Rioja 1035, que operaba también en turismo y cambio.


Deuda privada
El quebranto no solo incluye los 23.452.606,99 pesos reconocidos por Ossola SA También la deuda particular admitida en Tribunales por los hermanos Carlos Alberto e Ileana Enriqueta Ossola presidente y vicepresidente respectivamente únicos socios titulares de la firma Son 24.142.444 pesos 5.595.796 dólares y 68.066 euros lo que implica 42 millones en suma Ambos flujos de deuda adicionados llegan a 65 millones de pesos Esto es sólo lo cuantificado por los Ossola

Esa deuda, según cuatro denuncias penales (ver aparte), a las que se suma la del Mercado de Valores de Rosario que suspendió a Ossola el 22 de febrero, se generó mediante fraude. ¿Podrán recuperar algo los dueños de ese dinero esfumado? Parece improbable. La mayor parte del patrimonio que Carlos Alberto Ossola expuso en el estado contable que presentó para la convocatoria son inmuebles cedidos a sus tres hijos -Guillermo, Luciano y Florencia- sobre los que él goza de usufructo vitalicio, por valor declarado de 2.170.000 pesos. También dicen allí que el valor llave del local -un negocio cerrado y ahora desacreditado- es 2.800.000 pesos. Lo que se considera inflado.

Los hermanos Ossola tienen cuatro acciones del Mercado de Valores de Rosario que valen dos millones de pesos. Poco para hacer frente a sus acreedores, a los que le deben, mínimo, casi 33 veces esa plata.


Trámite simulado
Representantes de decenas de clientes alegan que la firma destruyó sus activos y es impotente para afrontar sus pasivos Por ello el mismo trámite del concurso solicitado por Ossola parece un simulacro no habría patrimonio ni a preservar ni a devolver Pese a que en el estado contable presentado en concurso la operadora declara 5.600.000 pesos de activos la mayor parte no corresponde como ella reconoce ni a efectivo ni a inversiones sólo inmuebles no ejecutables y la llave de un negocio de ahora menguada valuación

La firma Ossola nació en el año 1926 cuando Constante Ossola fundó Bonsignore, Ossola y Cia. Viajes y Cambio. En 1978 tomó su última denominación, Ossola SA, una estructura en la que el 6 de marzo pasado, al cesar, trabajaban 40 personas, a los que de sueldos e indemnizaciones por el cierre se les adeudarían 485.193 pesos.

Las denuncias penales son por estafa pero los abogados son algo más rasos: utilizan el término choreo. Saben que si penalmente se probara el fraude el único encierro posible para a los hermanos Ossola, que no fueron citados aún por la Justicia, sería en sus viviendas, porque superan los 70 años y recibirían sanciones domiciliarias. No obstante hay algo que desvela a los querellantes: ellos dicen que las máquinas y los registros contables usados para armar el engaño eran operados por personas más jóvenes, a las que sí les cabe, eventualmente, prisión.


Magia financiera
¿ Cómo desapareció la plata de los clientes Ni la Justicia ni el Mercado de Valores avanzaron para determinarlo Pero los abogados y los analistas de mercado no parecen ignorarlo Sostienen que caucionaron o negociaron las acciones de los comitentes a sus absolutas espaldas Que a veces se apropiaban de las utilidades y otras veces directamente del capital confiado para la inversión Que cuando los resúmenes trimestrales de los accionistas reflejaban variaciones en la misma agencia había operadores que mostraban registros impresos de computadora donde les decían quedaba la evidencia de la inversión Esos comprobantes papeles sucios se entregaban a accionistas y algunos se elevaron a Tribunales como evidencia del engaño ¿ Cómo se creían los accionistas que esos registros valían algo Sencillamente porque sabían poco de inversiones y confiaban mucho en un agencia bursátil que actuó en Rosario por 80 años La confianza también postró a ahorristas expertos que nunca imaginaron algo así

El local de Rioja 1035 cerró sus puertas el 6 de marzo.