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domingo,
06 de
mayo de
2007 |
Marini y sus muchachos, de gran semblante
Confianza, seguridad y, sobre todo, tranquilidad. Todo eso es lo que se vislumbró en el último entrenamiento de Newell's en Bella Vista, donde el plantel de Pablo Marini desarrolló un trabajo muy liviano en la antesala del superclásico de la ciudad. Y donde los jugadores se mostraron sonrientes, distendidos y transitando los últimos minutos con el ánimo por las nubes.
El tradicional picado informal fue la excusa justa para relajar los músculos, bromear y olvidar por un instante la presión que ejerce por sí solo un choque ante los canallas. Y los jugadores lograron ese cometido jugando a morir el encuentro disputado en espacio reducido entre los rojos (comandados por Cejas, Aguirre, Husain, Villar y Ré, entre otros) frente a los negros (Cardozo, Spolli, Marini y Zapata).
Y como ocurre habitualmente, alguien es tomado de punto y el que lo padeció fue el inefable utilero Aquilano, que marcó dos goles para darle el triunfo a los rojos por 4 a 2. Uno de ellos de penal, a pesar de que le bajaron los pantalones y le juntaron los talones cuando iba a ejecutarlo. "Barrilete cósmico", le tiraron sus compañeros a Pancho.
Cuando el Pitufo Grioni, árbitro del partido, decretó el final el conjunto vencedor se unió en el festejo en un costado de la cancha mientras los perdedores acudían al agua para mitigar la calentura.
Tiros libres. Algunos dejaron las canchas para ir a las duchas y otros se quedaron entrenando. Villar con los arqueros, Husain (sancionado con una fecha) no perdió el tiempo y realizó algunos ejercicios con los ayudantes del técnico y Cardozo, Arrieta y Cejas ejecutaron tiros libres.
El santiagueño y el Pitu estuvieron bastante precisos con sus remates, no así Tacuara que no tuvo una buena mañana. El paraguayo estampó en reiteradas ocasiones la pelota contra la barrera estática, lo que le generó tal fastidio que golpeaba su cabeza contra el piso.
Después el que pidió barrera fue Carlos Araujo, un atrevido según Aguirre. El Pipi se tenía tanta fe que desafió apostar cien pesos a que convertía un gol. Nadie se animó y el remate fue al tejido, lo que generó el lamento de Marini. "Vos te abusás, mirá a quién le querías sacar la plata", le dijo Peralta al DT.
Penales. A la hora de los penales ahí no falló. "Que ataje el gomero", pidió Cardozo en referencia a Nahuel Guzmán (usa un especie de mameluco, moda que instaló Darío Sala en su paso por Newell's). "Gomero, te la tiro a tu izquierda", le dijo al arquero. Y así lo hizo, pero con un remate tan violento como inatajable.
Fue ahí cuando apareció en escena el profe Rocamora, de profesión arquero años anteriores. "Tienen que hacerme dos goles de cinco tiros", les tiró a Cejas y Cardozo con una moral increíble. Resultado: no agarró una.
"No tenés vergüenza, nos hiciste quedar mal, je", le recriminó Marini rumbo al vestuario.
Minutos antes de las 13, las dos combis que trasladó al plantel dejaron el predio rumbo a Ricardone para esperar el ansiado clásico con confianza extrema. Y mantener el sueño de victoria.
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