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 miércoles, 25 de abril de 2007  
Nuevos conceptos en la atención del recién nacido
Este viernes el Sanatorio de la Mujer inaugura una moderna área de cuidados intensivos

La neonatología moderna, con sus impactantes logros en la sobrevida de recién nacidos de muy bajo peso y otras patologías, ingresó en una etapa de consideración reflexiva acerca del significado del cuidado intensivo neonatal y el impacto en el bebé y su familia. “La sinergia de técnica y recursos humanos y más aún la disposición de esta tecnología al servicio de la humanización de la terapia, permite cambios y tendencias menos invasivas en la asistencia neonatal”, aseguró a La Capital el doctor Guillermo Ingrassia, jefe del servicio de neonatología del Sanatorio de la Mujer, cuando faltan sólo dos días para que ese efector privado inaugure un nuevo espacio de cuidados neonatales, que intentará brindar tanto al niño como a su familia, un marco de cuidados alejado de la idea de una sala intensiva tradicional.

Ingrassia precisó al respecto que ahora “la tecnología está al servicio de la humanización” y graficó que la premisa es realizar los mismos cuidados en un ambiente diferente, en una sala acorde al recién nacido, donde se priorice el contacto con la familia. Las nuevas instalaciones prevén amplios visores para toda la familia, la eliminación del blanco y su posterior cambio por colores pastel para evitar reflejos, y cortinas que controlan los ciclos de luz y oscuridad. Inclusive, aquellas mujeres que muchas veces deben tener a sus hijos internados durante un largo período de tiempo, cuentan con casilleros para dejar sus efectos personales con un llavero con el nombre del hijo. “Es una manera sencilla pero efectiva de generar pertenencia”, explicó el doctor. Las tres salas que componen esta nueva área fueron decoradas por las enfermeras que pintaron motivos infantiles.

En el área hay tres divisiones: una de bajo riesgo, con ingreso libre para las madres; otra de cuidados máximos, y una zona de cuidado intermedio. Estos dos últimos espacios, cuentan con un visor para que los médicos puedan observar a los pequeños pacientes en todo momento. Además, cuenta con una sala bautizada “la islita”, para mantener aislados a aquellos chicos con enfermedades contagiosas. Dentro de este nuevo plan integral se contemplan también horarios para que abuelos y hermanos ingresen como visitas. “La idea es que este espacio físico esté al servicio de un entorno que posibilite cuidar del neurodesarrollo de los chicos, que comienza en el momento del nacimiento. La utilización de monitores, saturómetros, cunas térmicas, no sólo hacen al cuidado contínuo del niño, sino también a proveerle confort en un ambiente silencioso, en penumbras, sin estridencias, emulando el vientre materno”, abundó en detalles Ingrassia, quien agregó que la tecnología y el entrenamiento del personal están centradas en el desarrollo integral del recién nacido. “Esto es posible con profesionales comprometidos, con la familia como protagonista, con un marco teórico referencial, la tecnología y un espacio para transformar los resultados en experiencias positivas únicas”, agregó finalmente Ingrassia.


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