La inundación elevó hasta 40% los costos de la cosecha de soja

Los excesos hídricos obligan a usar maquinarias con orugas, que además suelen escasear

Fabiana Monti / La Capital

Las recientes inundaciones acontecidas en la provincia de Santa Fe complicaron los trabajos de recolección de la cosecha gruesa, generaron una superposición en los tiempos de trilla de soja y maíz y derivaron en aumentos de alrededor del 40 % en los trabajos de los contratistas ya que es mucho mayor la demanda de máquinas con orugas para entrar a los campos. Así lo señaló Jorge Scoppa, presidente de la Federación Argentina de Contratistas de Maquinaria Agrícola (Facma), quien además apuntó que en los días en que mejoran las condiciones para cosechar “faltan máquinas”.

Scoppa indicó que la situación de la recolección en varias regiones del territorio provincial, como el centro oeste o el sur, está “sumamente complicada”, no sólo por las lluvias que se dieron en el mes de marzo sino porque continúan los días de precipitaciones.

“El productor empezó a perder por descuento y por calidad y ya hay estimaciones que hablan de pérdidas de un millón de toneladas”, dijo el presidente de Facma y explicó que todavía queda mucho por levantar de soja y todo el maíz ya que a este último cultivo, por ser más aguantador, se lo dejó de lado para priorizar la recolección de la oleaginosa.

En ese sentido, para atravesar esta situación climática se está trabajando con cosechadoras con orugas o con gomas de alta flotación, que en muchos casos son pedidas de provincias “arroceras”. Esto implica un aumento en los costos de la tarea de alrededor del 40%. “En el caso de la utilización de las doble tracción los aumentos son del 30%”, relató Jorge Scoppa.

También señaló que en los días que se puede trabajar por estar dadas las condiciones climáticas adecuadas, suelen faltar las máquinas porque es mucha la demanda.

"Los sembrados con variedades de ciclo cortos son los más afectados” observó el contratista.

El trigo.
Otra observación que realizó el presidente de la entidad que agrupa a los contratistas es que el atraso en la recolección de la cosecha gruesa también retrasa la siembra de trigo, ya que los suelos se ven “muy compactados por el agua y el paso de las cosechadoras” y “ son pocos los productores que están pensando en el cereal de invierno”.

“Todavía queda levantar el maíz que si bien es un poco más durable y está estable, si viene más lluvia y algunos vientos, puede empezar también a sufrir importantes pérdidas”, apuntó Scoppa.

Las lluvias provocaron un retraso en la recolección de la cosecha.