La rebelión docente que eleva la tensión en la "granja K"

Radiografía del conflicto que conmueve a la tierra natal del presidente Néstor Kirchner

Javier Felcaro / La Capital

La postal del final de semana fue contundente: más de 8.000 docentes y trabajadores de la salud movilizados en Río Gallegos, protagonistas todos de una convocatoria con escaso historial en la provincia patagónica que el presidente Néstor Kirchner gobernó durante doce años. Una convulsionada Santa Cruz que no deja de desvelar a la Casa Rosada.

A 36 meses de la crisis petrolera en Las Heras, que desembocó en el asesinato de un policía, los reclamos laborales se potenciaron hasta el actual conflicto con los maestros, que desde hace 17 años tienen congelado el salario básico en 161 pesos por la emergencia económica vigente en Santa Cruz.

Como en Neuquén, los estatales santacruceños contrastan a diario su realidad con la de los petroleros, beneficiarios de sueldos entre 200 y 400 por ciento superiores, además de la reducción del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias.


Distintas visiones
Al cóctel lo espesa el costo de vida que en el sur ostenta diferencias siderales al resto del país jaqueando el presente de los empleados públicos y confrontando con la última medición del Indec que llamativamente reflejó que Río Gallegos posee el índice de desempleo más bajo del país 1,2 por ciento

Luego del paro de 96 horas los docentes debatían nuevas medidas de fuerza en reclamo de un aumento salarial, mientras la administración de Carlos Sancho, un pingüino de paladar negro, condicionaba el diálogo al cese de la protesta y disponía la conciliación obligatoria (ver aparte).

Tres semanas antes, la única señal emitida por la Gobernación había sido de autoprotección: desplegó la Gendarmería y los policías santacruceños para custodiar los edificios públicos y patrullar las calles.

Los gremios, que doblaron la apuesta y tomaron brevemente la Legislatura, causando una literal huida por la ventana de varios políticos, replicaron denunciando la "militarización" de la ciudad.

Sancho siguió apelando al silenzio stampa y Kirchner se limitó a esporádicas intervenciones, como cuando aseguró que los maestros de Santa Cruz cobraban los salarios más altos del país o que su gestión es la que más hizo por el sector.

No obstante, en la quinta de Olivos continúan lucubrando conspiraciones detrás de la escena del reclamo salarial, apuntando como enemigos a sectores de la Iglesia, al radicalismo y a ex kirchneristas.

Incluso dirigentes oficialistas ensayaron otra teoría: el reclamo público en Río Gallegos obedece a la impotencia opositora por la irreversible intención de voto a gobernadora de la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, hermana del jefe del Estado.


Necesidad
Lejos de los conciliábulos los maestros argumentan que el sueldo de bolsillo de un par que se inicia es de 1.550 pesos frente a una canasta básica que en Santa Cruz asciende a los 3.500 pesos

Pero, además de la intransigencia en un distrito con un abultado presupuesto (unos 2.300 millones de pesos) y suculentos fondos aún depositados en el exterior, encuentran un escollo común a todas las provincias: la suba del básico redundaría en un reajuste de las jubilaciones y los aportes a la obra social, entre otros puntos.

De cara a los días por venir, y cumpliendo la orden de Sancho, la Gobernación estrenó rejas de 2,40 metros de alto. "Nosotros la pagamos", ironizaron los docentes que se mantienen apostados en la carpa blanca lindera.

Los docentes mantienen la carpa blanca frente a la Gobernación.