Ahora los enemigos del retorno son los bichos

Nuevo Alberdi y Municipal son los barrios que aún siguen afectados por las inundaciones

"Entrar a la casa es entrar a un chiquero de chanchos, es entrar al infierno". Así describió María Barrios el estado de su vivienda, a sólo 50 metros del arroyo Ludueña, en la zona rural de los barrios Nuevo Alberdi y Municipal. Como ella, los vecinos de ese sector del distrito Norte todavía esperan que "el barro y la pudrición" se sequen para poder volver y empezar a limpiar las casas, ahora llenas de mugre y bichos. Ante ese panorama, unas 50 personas aún están en el centro de evacuados del Batallón de Comunicaciones 121, mientras otro tanto espera en un galpón a la entrada del barrio Municipal. A los que ya tienen sus casas en condiciones, problemas tampoco les faltan: hace 18 días que no tienen luz y el agua de red "sale turbia y es imposible de consumir", contaron (ver aparte). El secretario de Promoción Social, Pedro Pavicich, advirtió que "todavía quedan 48 personas evacuadas" y aclaró que "se está alentando el regreso a los hogares sólo en los casos en que las viviendas están en condiciones".

María hace sólo dos meses que se mudó a su casa de Caracas 2550 y asegura que "todavía el barro podrido llega a la rodilla y las paredes de madera de la casa están cediendo". La mujer, con cinco hijos, lleva días esperando que el agua baje, pero "no hay caso, no termina de irse".

El problema de volver, dijo, es "la pudrición del barro, lleno de bichos, arañas y sanguijuelas. Entrar a la casa es entrar a un chiquero de chanchos, es entrar al infierno".

A Mabel Molina, en cambio, le queda sacar el barro. "Es bastante, pero el problema es que mi nena de un año tiene broncoespasmos y no puedo volver a ese lugar", asegura la mujer, mientras tiene en brazos a la menor de sus cinco hijos y aclara que "el piso de la casa es de tierra, y ahora de barro".


La limpieza
Un robo en su casa de la zona rural del barrio municipal obligó a Margarita Matos y a su marido a volver de la casa de su hermana donde se había autoevacuado Tenía un metro de agua dejé todo me robaron y ahora estoy acá limpiando y sacando bichos por todos lados relató en medio del barro del frente de su casa

"Hasta acá llegó el agua", afirmó la mujer marcando un metro a la altura de la pared, donde todavía quedan las marcas. Levantó la cama para salvarla y los ladrones le llevaron el resto: ropa, televisor y otros electrodomésticos.

"Esto es un desastre porque este barro no es de agua de lluvia, acá se reventó todo y está todo podrido", afirmó la mujer, y agregó: "Limpié toda la casa con lavandina y creolina, pero es imposible sacar el olor que hay. Además, la cantidad de bichos que había en el lugar era impresionante".

Y a la hora de detallar las alimañas encontradas, enumeró víboras de agua, diferentes clases de arañas, cucarachas, ranas, sapos y hasta sanguijuelas. "El riesgo de infecciones en un lugar como este es espantoso", terminó de decir Margarita.