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domingo,
18 de
marzo de
2007 |
Instantánea
Los apropiadores de Guillermo Rodolfo Fernando Pérez Roisinblit fabricaron una falsa partida de nacimiento, diciendo que se llamaba Guillermo. “Mi nieto decidió seguir con ese nombre, pero decidió adosarle Rodolfo Fernando que fue el nombre que le puso la madre al nacer”, explica Rosa.
“Los apropiadores lo criaron y tal vez lo cuidaron, pero sobre la base de una mentira. Y eso no puede ser amor verdadero, fue un botín de guerra. Cuando la justicia los dejó en la cárcel, mi nieto se disgustó conmigo. Me rechazó, y rechazó a su hermana. Fue muy difícil. Pero con el tiempo las cosas cambiaron”. Ante aquella actitud, “ejercí la discreción, la contención y la persistencia. Guillermo fue el nieto recuperado Nº 70, así que yo ya tenía la experiencia de los otros 69. Los procesos suelen ser difíciles. Lo esperé, y un día le dije: “Esa señora a la que vos llamás mamá, ¿es mi hija?”. Creo que en ese instante le cayó una ficha y asumió que no hay vuelta atrás”.
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