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domingo,
18 de
marzo de
2007 |
Agenda cultural
El Estévez inaugura una gestión de puertas más abiertas
Eugenia Langone / La Capital
El Museo Municipal de Arte Decorativo Firma y Odilo Estévez dio esta semana el puntapié inicial de una nueva etapa. Su flamante directora, Analía García, será la encargada de timonear en los próximos años los destinos de la tradicional casona. Profesora de historia y conservadora de museos, en 1999 orientó sus estudios hacia la historia social, trabajó con el Conicet y accedió por concurso a dos cátedras de la Escuela Municipal de Museología donde se desempeña como docente en la actualidad. Pero desde el jueves pasado, García conduce además el Museo Estévez, una entidad que "forma parte de la historia de la ciudad, del coleccionismo y de las familias de comerciantes acomodados que se instalaron en Rosario", advierte. Así, a través del lugar al que accedió a través de un concurso convocado por la Secretaría de Cultura de la ciudad intentará fortalecer una gestión de puertas abiertas. "La idea es buscar abrir todavía más el museo a la comunidad", promete. Visitas guiadas, recorridos por el casco cívico y talleres para chicos forman parte de esta propuesta que ya se puso en marcha.
-¿Qué la llevó a presentarse al concurso para acceder a la dirección del museo?
-Este museo forma parte de los documentos de la que fue mi tesis. Es más, como casa museo de la ciudad formó parte de las fuentes de mi tesis doctoral. Así que no es un espacio que me resulte ajeno, todo lo contrario.
-¿Con qué proyectos desembarca?
-Primero, me interesa mucho tanto mantener como incrementar las pasantías con alumnos de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y de institutos terciarios de la ciudad. Con estas entidades estoy trabajando para llevar pasantes que realicen prácticas concretas al interior del museo.
-Esto es importante sobre todo para los estudiantes, pero ¿también implicaría más servicios para la comunidad?
-Ante todo, es una forma de privilegiar la práctica profesional de los pasantes y este planteo lo realizó principalmente desde mi posición de docente: porque desde diferentes disciplinas me parece pertinente que el museo sea un espacio de práctica educativa. También tiene gran importancia en el sentido de que permitirá a la comunidad arrimarse no sólo a través del servicio de guía, sino también en la elaboración de guiones, en nuevas investigaciones y en publicaciones, sobre todo en una ciudad turística.
-¿Así se busca entonces abrir más las puertas del Estévez a la comunidad?
-Sí, porque además estamos por implementar en muy poco tiempo una serie de recorridos en el centro, sobre el casco cívico e histórico de la ciudad. De esta manera, se abre la institución a la comunidad, pero además se fortalece el trabajo hacia el interior del museo porque se trata de proyectos que surgen del equipo de trabajo del Estévez. Como este, hay otros proyectos, como la realización de cursos y talleres para chicos y adultos.
-¿Cuáles considera que son las fortalezas y ventajas que tiene el museo?
-La principal fortaleza que tiene es que se trata de una casa museo, que forma parte de la historia de la ciudad, del coleccionismo y de las familias de comerciantes que tuvo Rosario. Es un privilegio de tener este tipo de museo en la ciudad y es importante poder potenciarlo en el turismo y claro que también en la visita de los mismos rosarinos. Por eso, me interesa fortalecer aún más su perfil de casa museo, orientado hacia el arte decorativo.
-Y en relación a las actividades que se realizan paralelamente a la exposición de la colección estable, ¿cómo va a encarar la gestión?
-Justamente otra de sus fortalezas son las muestras de la sala de exposiciones, que en los últimos años tuvo una actividad muy importante. En este caso, el desafío es poder continuarlo.
-¿Cuáles serían los déficits a superar?
-Hay cosas para hacer que son importantes y una fundamental es poder solucionar cuestiones edilicias. Es cierto que es un museo que está bien cuidado, pero hay que atacar problemas edilicios fuertes porque se realizó la remodelación de la fachada y restan cuestiones que no se ven. Hay problemas de caños de desagües rotos que traen problemas de humedad y de hundimientos de los pisos que no pueden seguir avanzado.
-¿Qué desafíos cree usted que se plantearán?
-Ante todo, se intentará incrementar las actividades dirigidas hacia la comunidad, dialogar con la presencia de un turismo y de los mismos rosarinos. Abrirlo más a la gente y tener un esquema fuerte de actividades propias, como cursos y talleres tanto para niños como para adultos, para el público en general y para el académico. Y hay públicos específicos a los que queremos llegar y, en ese caso, el de las escuelas es fundamental. Así que ya se pidió mayor cantidad de personal y en poco tiempo están comenzando las visitas para los chicos de las escuelas.
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