"Corre el que quiere"

"Ahora los cadetes no tienen que correr porque cambiaron las exigencias de la gente", explicó Roberto Masarelli, presidente de la Cámara de Cadeterías de Rosario. La respuesta apunta a los reclamos de quienes a diario deben eludir a las veloces motos que sortean obstáculos en medio del tránsito sin mucha consideración por las normas.

Según Masarelli, en 2000, cuando esta actividad despuntaba en la ciudad, la gente no quería esperar ni diez minutos por un trámite. "Hoy los clientes son más tolerantes y los cadetes no tienen por qué acelerarse", estimó. Además, dijo que en los últimos años cambió el perfil de los choferes que "eran jóvenes y trabajaban algunas horas. Hoy la mayoría tiene más edad y la cadetería constituye su única fuente de trabajo".