Un hogar a puertas abiertas

La Casa de Chelo, en Victoria, es una buena opción para disfrutar un fin de semana. Recreación, cultura y relax

Lizi Dominguez / La Capital

A tan solo 70 kilómetros de Rosario y a través del puente Rosario-Victoria, los amantes del turismo de fin de semana se encuentran con la posibilidad de disfrutar de actividades recreativas y culturales. En la discreta fachada sobre calle 25 de Mayo Nº 126, en Victoria, no se anuncia nada más que un “toque timbre”. Entonces aparecen Gracia y Graciela para dar una cálida bienvenida a la casa, un espacio exclusivo para quienes desean disfrutar de la buena cocina, la lectura y múltiples actividades relacionadas con el descanso y la diversión.

La morada, exquisitamente decorada y equipada con muebles antiguos, consta de varias habitaciones contiguas en las que se conserva la disposición de cualquier casa de familia. En la galería techada hay mesas al igual que en el patio florido en donde los visitantes pueden tener una cena romántica o con amigos, tomar el té, celebrar un cumpleaños, leer, tejer o realizar cualquier actividad hogareña.

Gracia Jaroslavsky, hija del ex diputado nacional César “Chacho” Jaroslavsky y a quien siguió sus pasos en la Legislatura nacional, adquirió la residencia hace un tiempo, luego de culminar su mandato. Inmediatamente la ambientó a su gusto y esto se nota en la esmerada y hasta sabia elección de los colores de las paredes, la conjunción del estilo antiguo y moderno entre el mobiliario y los adornos, y un toque femenino que se advierte en cada detalle y en cada rincón de las habitaciones.

Ni bien concluyó esta tarea, en noviembre del año pasado, puso el lugar a disposición del público en su afán de compartirlo con aquellos que, como ella, “amamos estar en casa”.

En una de las piezas montó un pequeño museo en honor a su padre con una serie de objetos, documentación y reconocimientos a su trayectoria política, y habilitó también un archivo del diario victoriense La Mañana, fundado en 1993, del que es propietaria y que durante muchos años fue dirigido por “Chacho”, quien supo aprovechar ese espacio para la libre expresión política.

Al momento de elegir el nombre del emprendimiento, Gracia no dudó en llamarlo como su antigua propietaria, Celia Rivero de Martino a quienes todos llamaban cariñosamente como “Chelo”. Su hija, Graciela Martino, es la responsable del funcionamiento del lugar, cuyo objetivo primordial es una cálida atención, conservando “el sentido y ese aspecto maternal que reinó en esta casa cuando vivía mi madre. Ella era así, una madraza, y recibía a muy acogedoramente a familiares y amigos”, comentó.

Poco a poco este hogar de puertas abiertas va incorporando otras opciones como la enseñanza de yoga y danzas árabes y próximamente se incorporarán exposiciones artísticas, terapias alternativas y cenas show especiales, por lo que el lugar se irá constituyendo en un ámbito para múltiples prácticas recreativas y culturales.


Cocina internacional
El aspecto más destacado del emprendimiento es la exquisita comida a cargo del chef uruguayo Nelson Wejkin, cuya especialidad son los platos judíos. Su amplia trayectoria internacional incluye participaciones como cocinero en el programa "Amia para todos" y en la embajada de Israel.

El nuevo espacio es ideal para disfrutar de la buena cocina y actividades relacionadas con el descanso.