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domingo,
04 de
marzo de
2007 |
Argentino camina
por la buena senda
Venció 3 a 0 a Cañuelas de visitante
Mauricio Bártoli / La Capital
Lo de Argentino ya es cosa seria. Con el triunfo de ayer por 3 a 0 en su visita a Cañuelas acumula cuatro victorias en los cinco partidos de este año, con la salvedad de que la derrota ante Villa San Carlos fue producto de un muy mal arbitraje que perjudicó al albo. La posibilidad de mostrar todos sus atributos el próximo fin de semana ante el líder Barracas Bolívar servirá como una prueba de fuego, pero lo de hoy invita a soñar.
Lo mejor que mostró el salaíto frente al Tambero fue en el primer tiempo, a través de la gran movilidad de un mediocampo, encabezado por Pablo Módica, que generó múltiples situaciones de gol y convirtió al arquero Cabral en un verdadero soldado heroico. Las más claras estuvieron en los pies del propio Módica, Kapustenski y Müller, quienes cuando se aprestaban a festejar esas jugadas fueron sucesivamente salvadas en la línea de sentencia por Cabral.
Recién en el minuto final de la primera etapa se hizo justicia. Kapustenski desbordó, Alegre lo bajó dentro del área y el árbitro marcó penal. Y cuando ya no quedaba tiempo para el rebote, Gustavo Raggio se encargó de transformar en gol, rompiendo literalmente la red. La pelota entró al arco y salió cerca de un ángulo. La visión fue tan confusa que mientras el capitán festejaba nadie entendía por qué lo hacía, ya que el balón yacía a un costado del arco. Pero el árbitro convalidó el gol al verificar que había un agujero en la red.
En el complemento Cañuelas trató de revertir el resultado, pero Argentino se paró bien de contra y siguió motivando voladas para la foto de Cabral. A los 67' pudo llegar el empate porque Andrada, traicionado por el viento, se la regaló a Brito y obligó a que Stagnari tuviera que despejar en la línea. Herido en su orgullo, los locales se las ingeniaban para presionar pese a tener un hombre menos desde los 16'.
Argentino sólo trataba de tener la pelota e intentaba con desbordes de Chacón por izquierda. En una de esas proyecciones el volante envió un centro que Miquetk quiso despejar pero que terminó clavándola en su propio arco.
Al final, el contraataque le dio buenos resultados al albo, porque tras una asistencia de Módica (pareció off side) liquidó el pleito a través de Julio Müller, un temible goleador que participa poco en el juego, pero que ostenta la contundencia de haber marcado cinco goles en los últimos cuatro partidos.
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