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 domingo, 04 de marzo de 2007  
Los implantes de mamas no interfieren el diagnóstico

Las prótesis de siliconas no complican el examen de las mamas, aseguró enfática a La Capital la doctora María Cristina Crocco, especialista en diagnóstico por imágenes en un centro médico rosarino dedicado a la salud de la mujer. La especialista salió así al cruce de las opiniones que le asignan al implante la posibilidad de errores de diagnóstico. La médica rosarina descartó también que las prótesis se rompan por efecto de una mamografía.

Varias líneas de investigación coinciden en que, en una exploración bien realizada, en caso de existir nódulos, se los palpa más fácilmente en las mujeres con prótesis, ya que el implante empuja el tejido, lo comprime y lo deja más expuesto. Y, aunque continúan los estudios en esta población, hasta el momento ninguno demostró un aumento en las muertes por cáncer debido al diagnóstico tardío en un estudio mamográfico, según el Instituto de Medicina de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos.

Crocco reconoció sin embargo que la mamografía de una mujer con prótesis suma dos placas a las cuatro convencionales, y además se agrega la práctica de una maniobra de retropulsión del implante que consiste en desplazarlo hacia atrás y el tejido mamario hacia adelante, mientras se ejerce la compresión, para mejorar la cantidad de tejido a radiografíar (maniobra de Eklund).

Desde que los implantes mamarios entraron en escena en 1962, la comunidad científica debatió sobre el rol de la silicona, material constitutivo de la prótesis en la aparición de algunas enfermedades que incluyen el cáncer y las respuestas autoinmunes. Al no encontrarse evidencia científica que estableciera una relación peligrosa entre siliconas y problemas de salud, la Food and Drug Administration (FDA), de Estados Unidos, autorizó en 1992 la utilización de este tipo de implantes.

Lo que sí recomendó la profesional es la colocación de implantes en mayores de 18 años, que “es cuando los conductos y lobulillos de la mama están bien desarrollados”, en relación a la demanda de estas prótesis por parte de las jovencitas. “Es impresionante la cantidad de mujeres que se las colocan —confirma Crocco—, y cada vez son más jóvenes”, dice.

Finalmente la especialista aconsejó recurrir para esta intervención a un cirujano plástico y no a otro profesional “aunque sea cirujano”, dijo, porque son los únicos capacitados en la técnica.


Controles necesarios
Para el doctor Román Rostagno, director de Diagnóstico Médico de la ciudad de Buenos Aires, las pacientes con implantes representan un desafío para el radiólogo. “Pero, si bien es cierto que estos casos exigen más pericia profesional, no imposibilitan el screening”.

   Durante el último Congreso Europeo de Cirugía Mamaria realizado en Italia el pasado diciembre, especialistas en imágenes del Instituto Europeo de Oncología y del Instituto de Tumores de Milán trataron especialmente el tema y coincidieron en que no existe mayor dificultad en el diagnóstico de pacientes con implantes; la mujer con prótesis tiene que efectuarse una mamografía con retropulsión y una ecografía anual en centros especializados con profesionales idóneos, y tanto el pronóstico como la sobrevida de una mujer con cáncer de mama no varía entre quienes tienen implante y quienes no.

   Aunque la mamografía es uno de los métodos más confiables para evaluar la integridad del implante, no llega a mostrar totalmente la imagen mamaria. La ecografía en estos casos cumple dos roles: muestra el tejido mamario que no se reconoce en la mamografía y pone de manifiesto una presunta rotura de la prótesis dentro de una cápsula intacta. En el caso de tratarse de una mujer sin prótesis, la ecografía se haría solo a requerimiento de la mamografía, para complementar el estudio ante alguna imagen extraña.

   Como última instancia, si hay dudas, puede utilizarse la resonancia magnética, una modalidad diagnósticas fiable para evaluar tanto la integridad del implante como el estado del tejido mamario, ya que las imágenes de alta sensibilidad que se obtienen no se ven afectadas por la opacidad de los implantes.

  “Debería difundirse a nivel masivo, un protocolo de screening para las pacientes con prótesis, que ofrezca la posibilidad de radiografiar la mayor cantidad posible de tejido mamario. La manera de lograr ese consenso en la práctica es a través del conocimiento y el debate del tema", concluye el especialista.
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