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sábado,
24 de
febrero de
2007 |
Un escudo antimisiles en suelo británico
Londres. - Gran Bretaña y Estados Unidos negocian sobre la instalación en suelo británico del sistema de defensa antimisiles que planea el gobierno de Washington, según confirmó ayer una portavoz de gobierno tras la aparición de un artículo al respecto en la revista The Economist.
En todo caso, las conversaciones están aún en el comienzo y todavía no se tomó ninguna decisión. "El primer ministro británico, Tony Blair, opina que es una buena idea que seamos parte de las consideraciones de Estados Unidos", dijo la portavoz de Downing Street. "Creemos que es un paso importante para proveer de defensa antimisiles a Europa, de la que formamos parte", añadió.
The Economist aseguró que las conversaciones, hasta ahora secretas, comenzaron en el pasado otoño (boreal) y se retomaron por iniciativa del premier británico.
Gran Bretaña instaló ya en 2003, por petición del gobierno estadounidense, un sistema de radares de alarma que ahora sería parte del planeado escudo antimisiles. En las primeras discusiones, según The Economist, se trató sobre el despliegue de cazas de intercepción que en caso de un ataque sobre Europa o Estados Unidos dispararían sobre misiles.
Críticas a Blair
Las conversaciones despertaron fuertes críticas en el mismo Partido Laborista del premier británico Es deplorable que se entregue de esa manera la soberanía del Reino Unido señaló el diputado John McDonnell
Kate Hudson, de la campaña contra el armamento nuclear, dijo que el estacionamiento del sistema antimisiles en Gran Bretaña supone un gran riesgo para la población de ese país. El sistema es "peligroso y provocativo", señaló.
Hasta ahora, sólo se conocía el plan de instalar el escudo antimisiles en la Europa del Este. En la República Checa se introducirá tecnología de radar, según los planes de Estados Unidos, mientras que en Polonia podría empezar en tres años la instalación de en total diez misiles defensivos, se dijo el jueves en Washington.
Mientras tanto, los generales rusos amenazaron como respuesta a los planes estadounidenses con abandonar varios tratados sobre control de armamento. Al respecto, la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, aseguró que los planes estadounidenses de instalar un escudo antimisiles en Europa Oriental no suponen ninguna amenaza para Rusia y negó no haber informado de ello a Moscú. Rice subrayó que Rusia fue informada sobre estos planes estratégicos desde la primavera de 2006.
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