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 sábado, 24 de febrero de 2007  
La destacada de la semana
El perfil de un barrio

El pasado domingo La Capital nos informó sobre la intención del municipio de limitar las construcciones en altura en el centro, poniendo como ejemplo al barrio Pichincha donde, supuestamente, “la regulación ya fue implementada”. Lamentablemente, la realidad es bien distinta. En 2006 la secretaria de Planeamiento municipal, Mirta Levin, se reunió con miembros de la vecinal Laureano Maradona y vecinos de Pichincha preocupados por el auge de edificios en construcción que amenazaban quitarle al barrio su perfil característico: casas bajas y patios soleados. Una ordenanza que reglamentaba la altura de la edificación en la zona estaba esperando su aprobación en el Concejo y temíamos que no llegara a tiempo para detener la nefasta dupla de piqueta de demolición y altos edificios. En esa reunión Levin nos dio su palabra de que no se iban a conceder permisos que no se ajustaran a la citada ordenanza hasta tanto fuese aprobada. Sin embargo, contradiciendo una normativa y una promesa, hace unos días, frente a otro alto edificio en construcción, en Jujuy al 2400, vereda par, se colocaron paneles y se plantó un cartel. Se trata de levantar, sobre los restos de una bella casa blanca, un edificio de 12 pisos “de lujo”, aunque el único lujo genuino al que aspiramos en Pichincha sea la luz del sol y aire en nuestros patios cada vez más sombríos. En pocas palabras, estas acciones concretas de la gestión municipal —a la cual avalé con mi voto— no condicen con los valores que proclama y que ubicaron a Rosario en el lugar en que está en el imaginario de muchos. No ignoro que el problema es complejo y las presiones muchas pero, por el bienestar de todos, a la hora de tomar decisiones los funcionarios deberían considerar, además de los “intereses de la profesión y las fuentes de trabajo” que reclama el presidente del Colegio de Arquitectos, la especulación inmobiliaria y la voracidad mercantilista, dos bienes inapreciables para una buena vida: el aire y la luz del sol, antes de que las consecuencias sean irremediables.

Silvia Carreras

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