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martes,
20 de
febrero de
2007 |
Renuncia y escándalo en Colombia
Bogotá. - La ministra de Relaciones Exteriores de Colombia, María Consuelo Araujo, renunció ayer en medio del escándalo político que sacude al país, por los presuntos vínculos de varios congresistas aliados del gobierno -incluido uno de los hermanos de la diplomática- con los paramilitares.
Se trata del funcionario de más alto nivel del gobierno del presidente Alvaro Uribe que cae en medio de la peor crisis política en la historia reciente del país, y que además de legisladores, alcaldes y gobernadores, involucra a militares, empresarios y ganaderos.
"Me voy porque no estoy atada a ningún cargo. Pero en cambio veo claramente la necesidad de que el proceso judicial esté libre de interferencias", dijo la canciller en una conferencia de prensa. Araujo renunció pese a que el presidente Uribe le ofreció su pleno respaldo para que continuara en su tarea.
Ayer por la tarde se anunció que su reemplazante será Fernando Araujo, un miembro del Partido Conservador que permaneció más de seis años secuestrado por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), y escapó de sus captores el 31 de diciembre pasado, en medio de un operativo militar que buscaba rescatarlo. El nuevo ministro no tiene ningún vínculo familiar con la canciller saliente.
La dimisión de la ministra se produjo cuatro días después de que la Corte Suprema ordenó la captura de su hermano, el senador Alvaro Araujo, implicado en una investigación criminal por los presuntos nexos de congresistas con paramilitares, acusados de masacrar a miles de civiles en medio de su enfrentamiento contra la guerrilla izquierdista de las FARC.
Hasta el momento, ocho legisladores, todos aliados de Uribe en el Congreso, han sido encarcelados, mientras que otro continúa prófugo, y está siendo buscado por Interpol. La oposición había solicitado a la canciller renunciar a su cargo, con el argumento de que era perjudicial para la imagen internacional de Colombia.
Además de su hermano Alvaro, el padre y otro hermano de la dimitente ministra están involucrados en una investigación por supuestos nexos con paramilitares. "La certeza de la inocencia de mi padre y de mi hermano me obliga a irme para tener la libertad de estar a su lado y apoyarles como hija y hermana", sostuvo ayer Araujo.
La canciller tenía entre sus más inmediatos compromisos la visita a Colombia del presidente de EEUU, George W. Bush, para tratar temas relacionados con la ayuda de Washington a la lucha contra el narcotráfico y el Tratado de Libre Comercio que las naciones firmaron en 2006.
Analistas dijeron que la situación personal de la diplomática le impedía representar los intereses del país por supuesta vinculación de varios de sus familiares con los paramilitares, acusados de financiarse con actividades del narcotráfico y considerados como terroristas por EEUU.
Mientras, el gobierno descartó la posibilidad de revocar el Congreso como consecuencia del escándalo, como lo propuso la oposición y la prominente senadora Martha Lucia Ramírez, quien apoya a Uribe. "En una crisis como la que estamos viviendo lo mejor para el país es que sus instituciones funcionen", dijo el ministro del Interior, Carlos Holguín. l
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La saliente canciller María Consuelo Araujo cayó en medio de la crisis política que sacude al gobierno de Uribe.
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