La Mesa de los Galanes regresó a El Cairo

Fue anoche en el remozado bar de Santa Fe y Sarmiento donde los parroquianos ovacionaron a Fontanarrosa

Como desde hace 30 años, los galanes volvieron a reunirse en torno a una mesa para hablar de los tres temas que los siguen atrapando: fútbol, mujeres y política. Sólo que ayer la mística de este club de hombres se vio alterada por las luces de los flashes y las cámaras de televisión. La presencia del Negro Roberto Fontanarrosa fue lo más convocante en la rueda de amigos que se armó en el bar El Cairo. Y nadie quiso faltar a la cita, incluso algunos perdidos sorprendieron al medio centenar de parroquianos que le cambiaron el ritmo a la noche de Santa Fe y Sarmiento.

  “Hay una relación mía con Rosario que lleva 62 años. No sólo acá me conocen, sino que a la mayoría los conozco, jugué al fútbol, trabajé con ellos y de ahí parte el afecto. El vínculo personal se da particularmente en una ciudad como ésta”. Con estas palabras, el escritor y dibujante rosarino agradeció la lluvia de aplausos que lo recibió al llegar, pasadas las 20, al bar que vio nacer la mesa de café más famosa de Rosario (y sus alrededores).

  Los históricos se encontraron ayer como cuando lo hacían diariamente, de 19 a 21, con las nuevas generaciones. En torno a una larga mesa fueron llegando el Negro Centurión, Postiglioni, Chiquito Martorell, Colo Vázquez, Pitu Fernández, Chelo Molina, Manuel Martínez, Gustavo Soboleosky, Oscar Bisso y Pochi Mir (tildado como el más fabulador en sus anécdotas), entre tantos otros.

  Claro que la intimidad y el ámbito para la hilar una conversación colectiva dejó paso a la mediatización de la Mesa de los Galanes. Hasta un hincha de Central se acercó para tener su foto con Fontanarrosa y la camiseta canalla.

  Pero luego hubo espacio para el recuerdo, el humor y las bromas. “Rosario tiene todavía características de club, hay una forma sencilla de encontrarse que no reviste antecedentes”, dijo el Negro para resumir lo que siente por la Mesa: “Es una cita no establecida en un lugar donde siempre se va a encontrar alguien con quien hablar”.

Nada mejor que despedir el 2006 en compañía de los amigos de toda la vida.