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 jueves, 28 de diciembre de 2006  
Los logros de la Guardia Urbana

Sería muy oportuno que la Municipalidad de Rosario informe adecuadamente sobre los resultados conseguidos con la creación y mantenimiento de la Guardia Urbana Municipal, que dispone de una importante infraestructura, costoso equipamiento, etc. y que es reiterado decirlo pero vale recordarlo, pagamos los ciudadanos rosarinos. Días atrás, más precisamente el 22/12/06, a las 10,30 de la mañana, una costosa camioneta Toyota, de la GUM, chapa ENQ 933, identificada con el número 02, transitaba detrás de mi vehículo en la zona de Mendoza y Laprida —donde la repavimentación que realizaron con adoquines desparejos entorpece la circulación; por lo tanto, debía ir a muy baja velocidad— y me exigía el paso con toques de bocina, impropio de un servidor público (no se trataba de una ambulancia o vehículo policial en alerta) y ni tenía una sirena encendida. Este acontecimiento fue el disparador de la pregunta que formulo y que me recordó las innumerables veces que he visto a personal de esa repartición en interminables charlas de grupos en la zona de calle Córdoba entre San Martín y Buenos Aires o en el Parque Urquiza, en la zona reservada para los niños, apoyados en sus bicicletas y bajo la sombra de sus árboles, sosteniendo charlas de más de una hora, que seguramente no eran para intercambiar ciertas experiencias laborales: ¿cuáles son los mecanismos de control que se ejercen sobre estos empleados municipales devenidos en GUM? ¿Cómo se mide la eficiencia de sus acciones? ¿Cómo se miden sus tiempos de trabajo? Son innumerables los interrogantes que surgen al respecto. Cualquier persona que se desempeña en una actividad privada, si no trabaja, no cobra. ¿Ocurre lo mismo con estas personas?, ¿o son otro grupo de privilegiados que debemos mantener con el pago de nuestros impuestos y asas?

Oscar V. Sciutto,

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