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 domingo, 03 de diciembre de 2006  
Entrevista. María del Carmen Alarcón expresó que Santa Fe no tiene que someterse a la chequera del gobierno nacional
"Decidí trabajar dentro del espacio del Frente Progresista"
La diputada del grupo Pampa Sur dijo que Binner expresa una idea de gestión que debe trasladarse a toda la provincia

Walter Palena / La Capital

Desde que fue eyectada del bloque kirchnerista en plena disputa del gobierno nacional con el sector agropecuario, la diputada justicialista María del Carmen Alarcón fue transitando un camino propio y ahora se encuentra a las puertas de la coalición que lidera el socialista Hermes Binner. "Ya decidí trabajar dentro del Frente Progresista", blanqueó a La Capital la legisladora que comanda el grupo Pampa Sur.

Ex directora de Ceremonial del primer gobierno de Carlos Reutemann, Alarcón dice que no guarda rencor por el actual senador cuando le soltó la mano cuando el kirchnerismo la expulsó de la Secretaría de Agricultura, que ella presidía. Tampoco entra en polémicas agrias, salvo en una frase que le dedicó al ex canciller del gobierno de Néstor Kirchner y precandidato a gobernador por el Frente para la Victoria, Rafael Bielsa: "No ha defendido bien otros intereses de la Nación, así que dudo que pueda defender los intereses de la provincia".

Intereses y provincia, dos tópicos que la diputada recorrerá permanentemente en la entrevista con La Capital. "Santa Fe es una de las pocas provincias que puede plantarse sin que el gobierno nacional la corra con la chequera. Pero para eso faltan líderes", sostiene. Binner, para Alarcón, representa un liderazgo con mayor grado de independencia y sin subordinación automática con el poder central.

También alega que su aprecio con el ex intendente no es de ahora ya que que desde siempre tuvo una buena relación con Binner y con las autoridades del Partido Socialista (PS). "Rosario ha marcado un rumbo de gestión que se tiene que trasladar a toda la provincia", elogia Alarcón, quien está a punto de convertirse en la pata peronista del Frente Progresista.

-Desde su polémica salida del bloque kirchnerista, ¿donde se ubica políticamente?

-Con el grupo Pampa Sur creamos un espacio de dirigentes para generar un espacio de poder político que actúa mancomunadamente con el sector agrícolo-ganadero, que en el caso de Santa Fe es muy importante por su dinamismo. Nuestro objetivo es la formación de líderes que se puedan expresar políticamente en un frente.

-¿Su relación con el PJ santafesino está totalmente rota?

-En la provincia, el PJ ha decidido ser Frente para la Victoria. Ese espacio, a mí y al grupo Pampa Sur, no nos contiene, por eso comenzamos a andar por caminos diferentes.

-¿Cómo es su relación con Hermes Binner?

-Siempre fue buena, tanto cuando era intendente de Rosario como ahora, que somos pares en la Cámara de Diputados. También tengo una excelente relación con el senador Rubén Giustiniani y con Miguel Lifschitz.

-¿Qué falta para llegar a un acuerdo con Binner?

-No estoy buscando posicionarme. Tampoco hay que apurar los tiempos. Falta mucho para el acto electoral y la gente hoy quiere vernos trabajar para resolver sus problemas.

-Si se concreta su integración, ¿sería la pata peronista que le falta al Frente Progresista?

-Indudablemente yo no me voy a despojar ni de mi formación ni de mis orígenes: Ya decidí trabajar en el Frente Progresista, y esa es la tarea que estoy haciendo. Y no hace falta firmar ningún papel para trabajar en la construcción de este espacio cuya cabeza visible es Binner.

-¿Cuál es la diferencia entre Binner y los candidatos peronistas en danza?

-La manera de construcción de una gestión de gobierno desligada de la orden imperante del poder central. Discutir el valor de un país federal sin recurrir a confrontaciones estériles. Esa es la diferencia fundamental con el Frente para la Victoria, porque sus candidatos, de última, se transforman en rehenes del gobierno nacional. Además, Binner y el socialismo han demostrado capacidad de gestión en una ciudad tan importante como Rosario. Ese modelo se debe trasladar al resto de la provincia.

-¿Por qué razón una provincia que anda bien tiene que cambiar de signo político?

-Porque el Frente Progresista en una alternativa válida de poder, porque el justicialismo hace 23 años que gobierna y porque Binner va a trabajar con mayor independencia del poder central, sin someterse a la caja presidencial. Santa Fe es una de las pocas provincias que se le puede plantar de igual a igual a cualquier presidente sin que éste la corra con la chequera. Lo que pasa es que la provincia no tiene líderes, dirigentes capaces de hacer una defensa a ultranza de los intereses de un territorio que transfiere enormes recursos y recibe muy poco a cambio.

Sin embargo, hay nombres importantes: Rossi es el jefe de la bancada oficialista. Reutemann es un senador con peso propio y Bielsa fue canciller de Kirchner...

-Mire, el ex canciller no ha defendido bien otros intereses de la Nación, así que dudo que pueda defender los intereses de la provincia. Respecto de los otros nombres, no quiero particularizar ni entrar en polémicas. Sólo voy a dar un ejemplo. En el 75 había una política de control de precios muy similar a la que aplica Kirchner, y el gobernador Sylvestre Begnis viajó a Buenos Aires y le dijo al gobierno peronista de ese entonces que la provincia no iba acatar lo que ordenaba el gobierno porque perdía rentabilidad. Un empresario muy importante de Rosario, que lo acompañó, puede dar fe de lo que digo. Esas actitudes no se ven ahora; reina la subordinación.

-Usted fue funcionaria de Reutemann y participó en su círculo de confianza. ¿Cómo quedó la relación?

-De mucho respeto. La relación de los acontecimientos luego de que me echaron del bloque fue una cuestión de refriega más pública que privada.

-Pero usted hizo declaraciones dejando entrever que Reutemann no la defendió y le soltó la mano.

-Es verdad, creo que no se jugó. Además, tuvo algunas declaraciones que yo las atribuyo al momento mediático que se estaba viviendo. Pero no soy yo quien lo va a juzgar.
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Alarcón quiere ser la "pata peronista" del Frente.

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