Fidel, el gran ausente del desfile militar por su octagésimo cumpleaños

Raúl Castro dijo que Cuba está dispuesta a negociar con EEUU

Condicionó su oferta a que Washington respete la soberanía y no interfiera en asuntos internos de la isla

La Habana. - El convaleciente Fidel Castro estuvo ausente ayer en el gran desfile militar en La Habana para conmemorar su cumpleaños 80 y medio siglo de la revolución, y su lugar fue ocupado por su hermano, el presidente interino de Cuba, Raúl Castro, quien expresó su disposición de resolver en la mesa de negociaciones sus diferencias con EEUU. "Sirva la oportunidad para nuevamente declarar nuestra disposición de resolver en la mesa de negociaciones el prolongado diferendo entre EEUU y Cuba, claro está siempre que acepten como ya dijimos en otra ocasión nuestra condición de país que no tolera sombra a nuestra independencia", afirmó el también ministro de Defensa tras pasar revista a las tropas y ratificar la unidad monolítica del pueblo, ejército y partido.

"Después de medio siglo estamos dispuestos a esperar pacientemente el momento en que se imponga el sentido común en los círculos del poder en Washington con independencia de ello proseguiremos consolidando la invulnerabilidad militar de la nación", advirtió.

"Grande ha sido la sorpresa y frustración para nuestros enemigos (...) al presenciar el ejemplo de firmeza, ecuanimidad, madurez y confianza en sí mismo que ha dado nuestro pueblo en los últimos cuatro meses", dijo el gobernante interino sin citar en ningún momento de manera explícita la ausencia de Fidel. La presencia del "comandante" era la más esperada en este acto tras cuatro meses de ausencia por convalecencia por una operación que el 31 de julio lo llevó a delegar el poder por primera vez en casi medio siglo.

Por primera vez en 47 años, Fidel delegó temporalmente el poder el 31 de julio en su hermano Raúl debido a una operación intestinal y pospuso los festejos por su cumpleaños -el 13 de agosto- al 2 de diciembre, cuando se conmemora el desembarco del barco Granma para iniciar la lucha guerrillera. Se suponía que el mandatario ya estuviera recuperado de su operación para esta fecha.

Según cifras oficiales, unas 300.000 personas se congregaron para marchar junto a los militares con sus pertrechos de guerra como blindados, cohetes y tropas e incluso una réplica del yate Granma. Los cubanos en apretadas columnas avanzaron agitando con banderas patrias y carteles alusivos a la revolución.

En estos cuatro meses el presidente no apareció en público alimentando toda suerte de rumores sobre su estado de salud, su papel en lo sucesivo y el destino de la isla, única con gobierno comunista en el hemisferio. Para aplacar las especulaciones fueron difundidas algunas fotos y videos del mandatario: lúcido pero muy flaco.

Durante esta semana se realizaron actividades culturales y políticas en homenaje al cumpleaños 80 de Castro, como un coloquio, un concierto y una exposición organizada por la ecuatoriana Fundación Guayasamín.

Como lo hicieron en días anteriores otros altos funcionarios, Raúl Castro también cerró filas ante cualquier indicio que podría fomentar las esperanzas de EEUU de un cambio en la isla, el motivo por el cual Washington mantiene una política de fuerte hostilidad y asfixia a los cubanos.

Raúl Castro junto a Evo Morales.