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domingo,
03 de
diciembre de
2006 |
Exposición solar: las preguntas más frecuentes
La luz solar es fundamental para la vida, y una exposición moderada es beneficiosa. Sin embargo, la tendencia al bronceado ha llevado a muchas personas a tomar sol por tiempos prolongados sin ninguna protección. En el siglo XIX, el sol se prescribía facultativamente como una medicina; posteriormente, el concepto de piel blanca como signo de belleza cambió radicalmente. En 1929, Coco Chanel, diseñadora de moda francesa impone la piel morena como modelo de belleza y salud.
Actualmente con el fin de mantener por mayor tiempo el bronceado se realizan exposiciones solares más prolongadas y en horas de mayor intensidad de radiación. El sol emite diferentes radiaciones ultravioleta (UV) que impactan sobre la piel. Las que nos llegan son las de tipo A y B, y ambas pueden producir daños en la piel si se abusa de ellas. Los rayos ultravioletas A pueden penetrar hasta las capas más profundas y causan envejecimiento prematuro, los ultravioletas B pueden dañar la epidermis, o sea la capa más superficial de la piel causando quemaduras, fotoenvejecimiento y cáncer cutáneo.
La exposición a la radiación ultravioleta natural o artificial provocan daños a corto y largo plazo, algunos irreversibles. Algunas de las preguntas más frecuentes en el consultorio sobre este tema son:
¿Por qué se dice que el sol está "malo"?
Nunca estuvo bueno, ahora lo conocemos más que antes y sabemos no sólo sus beneficios que no son pocos, sino también sus efectos nocivos. El poder de producir cáncer cutáneo asociado a las alteraciones de la capa de ozono hacen que se piense que ahora está peor, pero la frase sería: ahora lo conocemos mejor.
¿En todas las pieles se puede producir cáncer cutáneo?
No en todas, las más predispuestas son las que se enrojecen o nunca se broncean. La dificultad para broncearse y la facilidad de enrojecerse identifican a las personas que deben tomar mayores cuidados. Lo mismo ocurre con las que tienen piel, cabello y ojos claros; historia familiar o personal de cáncer de piel; exposición crónica al sol; quemaduras significativas durante alguna etapa la vida; presencia de cierto tipo de lunares o de numerosos lunares.
¿Es importante el control de las lesiones que aparecen en zonas expuestas?
Es importante sobre todo las pequeñas "lastimaduras" que no cicatrizan y que aparecen en la cabeza, la cara, el cuello y el dorso de las manos porque son las que pueden transformarse o ya son cáncer de piel, y también aquellas manchas negras tipo lunares que de un momento a otro llaman la atención porque están distintas. Esta transformación puede ser espontánea o verse favorecida por la acción de factores externos como las radiaciones ultravioletas, tanto las emitidas por el sol o por fuentes artificiales ( lámparas o camas solares ) como también por factores externos como exceso de tabaco, etcétera.
¿Es beneficioso el sol?
El sol es necesario para la vida porque influye beneficiosamente en múltiples aspectos: biorritmos circadianos, fenómenos fisiológicos, trastornos psíquicos, comportamiento estacional, formación de la provitamina D, fotosíntesis de la clorofila en las plantas, e incluso para tratar determinadas enfermedades cutáneas como psoriasis y vitiligo, entre otras.
¿Por qué hay que cuidarse al medio- día?
El sol del mediodía incide perpendicularmente sobre la Tierra y atraviesa un espesor de la atmósfera mucho menor que el sol tangencial del amanecer o el atardecer. El sol de tres horas antes o después del mediodía, es decir cuando llega a un ángulo de 500 grados, pierde entre 30 y 35 de su actividad. En verano es recomendable protegerse o evitarlo entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde.
¿Dónde hay que tomar mayores precauciones?
En la playa porque la luz reflejada por la arena aumenta la radiación hasta en un 25% y dentro del agua porque llega el 50% de la energía de las radiaciones de manera que el baño no es una protección real. También en altura y en los deportes de invierno. A 2000 metros el sol es un 33% más activo que a nivel del mar, además esta actividad solar se incrementa en un 85% si se practica alguna actividad deportiva en la nieve porque tiene un efecto reflectante mayor que el agua y la arena. También los días nublados porque la neblina no protege contra las radiaciones UV, e incluso al permitir exposiciones más largas por el ambiente fresco puede causar efectos negativos; y los días de viento porque su efecto refrigerante invita a una mayor exposición.
¿Cuál es la mejor protección?
La protección artificial como las sombrillas protegen sólo parcialmente ya que sigue llegando una luz difusa reflejada que es el 50% de la energía directa. Incluso los vestidos y sombreros tienen alguna permeabilidad a la luz, sobre todo si son tejidos claros, opacos y de poca trama. La ropa oscura sería la ideal ya que no permite el paso de la radiación solar al quedar absorbida, pero en cambio produce una acumulación de calor incómoda en verano. También es importante la protección ocular con la utilización de anteojos solares adecuados, a ser posible polarizadas porque el exceso de radiación ultravioleta puede producir cataratas.
¿Qué daños puede provocar la radiación ultravioleta o de fuentes artificiales si no se extreman los cuidados?
Pueden provocar cáncer de piel y labios; envejecimiento, arrugas, sequedad y daños en la vista.
Ramón A. Fernández Bussy
Dermatólogo
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