Contundente rechazo a los pedidos de alza de precios de los productores para llevarlos a niveles internacionales

El gobierno minimiza el paro del agropecuario

Achacan intencionalidad política a la protesta y se sostiene que no se aumentará el precio de la carne

El gobierno fustigó duramente el paro que anoche iniciaron los productores agropecuarios por un incremento de los precios en el mercado interno. Sin embargo, tanto las entidades que impulsan la protesta como los funcionarios coincidieron en que la medida no impactará en el precio de la carne.

El paro, que se mantendrá (según se anunció) hasta el lunes 11 venidero, paralizará las ventas de ganado y cereales en todo el país. Los productores piden que los precios del mercado interno se asimilen a los del mercado internacional, pretensión que el gobierno considera inadmisible.

La protesta comprende a los productores nucleados en la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), y de la Sociedad Rural Argentina.

El secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, garantizó ayer el abastecimiento y aseguró que se mantendrán los precios de la carne pese a la protesta.

La misma percepción tienen el presidente de la Rural, Luciano Miguens, y el presidente de Carbap, Pedro Azpaolaza, quienes coincidieron en que no habrá mayores inconvenientes para conseguir carne en los distintos establecimientos, aunque este último aseguró que la protesta será "muy efectiva".


Rechazo oficial
"El abastecimiento no se verá afectado de ninguna manera, no va a haber problemas en ese sentido", indicó Moreno en declaraciones a la porteña radio 10 y agregó que el gobierno "no va permitir" que los productores trasladen los precios internacionales al mercado interno.

Al ser consultado sobre si la protesta tiene intencionalidad política, el secretario de Comercio Interior respondió: "No hay ninguna duda porque si uno hace los números y los analiza, el resultado es altamente rentable".

"Ahora, los productores no sólo tienen un mercado doméstico en alza sino que cuentan con los mercados externos, con lo cual tienen una gran rentabilidad, pero si quieren que el pueblo argentino coma la carne a precios internacionales, eso ya resulta impensable", remató.

Moreno ejemplificó con la cantidad de animales que ingresaron ayer al Mercado de Hacienda de Liniers y se preguntó "¿como puede se r que si no es rentable ayer hayan ingresado 10.079 animales?... fue así porque es negocio. Es rentable, nadie regala su negocio. Pero acá hay un límite para la tasa de ganancia y ese límite es el pueblo argentino".

"Mi sensación es que quieren vender adentro al mismo precio que venden afuera y eso no lo vamos a permitir, es impensable para un país productor y exportador de alimentos como es la Argentina", dijo.

Para Moreno, el paro "no es justo ni razonable" ya que el sector "viene teniendo una acumulación de capital notable en los últimos años porque todos los precios y los costos están siendo favorables".

Asimismo remarcó que "está bien que algunos cortes se exporten a 13 dólares el kilo, pero lo que no se puede hacer es homogeneizar todos los precios a ese nivel, es imposible".

"Hay una relación de precios en la Argentina que tiene que ver con el combustible, los servicios, los alimentos y la comida, entonces no podemos tener la comida a precios internacionales porque para eso el país es productor y exportador de alimentos", indicó.

Sobre los aceites dijo que "cuando uno analiza lo que pasa con el trigo es un fenómeno similar. Si tenemos que poner el trigo al precio internacional tendría que costar arriba de cuatro pesos y esto también es impensable".

Al ser consultado sobre si habrá subsidios expresó que "vamos a generar los mecanismos para que el pan siga estando en la mesa de los argentinos con un precio orientativo en el marco de los 2,50 pesos el kilo".

"Pero tenemos la voluntad de que los precios internacionales no se reflejen en el mercado doméstico, lo mismo que para los combustibles", indicó.

Según Moreno "la Argentina es exportadora de productos, tiene grados de libertad para definir un precio doméstico que dé rentabilidad a los fabricantes pero que esté alineado con la capacidad de compra de nuestra gente. No tenemos la misma situación para los productos que debe importar la Argentina", concluyó. (Télam y DyN)

Hay dudas sobre la comercialización de la carne.