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domingo,
03 de
diciembre de
2006 |
Mercados
Acciones y bonos se toman un descanso
El contexto internacional aparece como adecuado para un despegue de la Bolsa local. El euro, un buen resguardo
Salvador Di Stéfano
Noviembre fue un mes espectacular para los mercados. Tan así que se esperaba que el índice Merval llegara a los 2.000 puntos para fin de año y estuvo arañando este nivel al 30 de noviembre. Los bonos siguen su marcha alcista y el gobierno logró colocar 500 millones de dólares en Bonar VII a una tasa del 8 por ciento anual.
El contexto internacional es el adecuado para un despegue de la Bolsa porteña. No obstante, hay algunos nubarrones en el escenario para la primer quincena de diciembre pero, como siempre, hay negocios: los tenedores de euros están de parabienes.
Al mismo tiempo, este contexto internacional muestra una imagen ambivalente. La desaceleración de la economía estadounidense genera inquietud en los mercados mundiales. Estados Unidos representa el 33 por ciento del producto bruto mundial, una baja en la actividad en el país del norte afectará a otras regiones.
El principal perjudicado parece ser la Unión Europea ya que enfrenta un escenario de suba de los tipos de interés y fuerte revaluación del euro. Ambas situaciones impulsarán a la baja las bolsas europeas.
En este panorama, el sudeste asiático no podrá crecer como los últimos cinco años, debido a un dólar cada vez más depreciado, insumos y alimentos en aumento y un mercado internacional deprimido para colocar sus productos.
El sudeste asiático y, en especial, China tienen economías ligadas a la exportación sin estar preparados para una economía con la mirada puesta en el consumo doméstico.
Este escenario luce negativo para las empresas de todo el mundo, menos para las estadounidenses y países emergentes, ya que esta desaceleración de la economía de Estados Unidos llevará a una fuerte baja en los tipos de interés de largo plazo.
La tasa de retorno de los bonos de tesorería estadounidense ya cotiza en el 4,4 por ciento anual, cuando unos meses atrás se ubicaba en el 5,25 por ciento anual. Esta caída invita a la inversión en mercados emergentes en busca de maximizar los resultados económicos.
Por otro lado, la baja de la tasa de interés y depreciación del dólar, impulsan a la suba a los productos primarios que cotizan en el área dólar.
Primera conclusión
El contexto internacional es positivo para Argentina porque el peso está anclado al dólar, que se deprecia contra el resto de las monedas del mundo, permitiéndoles a las empresas argentinas mejorar su competitividad sin que el gobierno tenga que recurrir a la devaluación del peso frente a la moneda estadounidense o una baja de tributos.
Por otro lado, la devaluación del dólar impulsa a la suba a la mayoría de los productos que Argentina exporta, lo que permite un mayor ingreso de capitales.
En el plano doméstico, se observa que el índice Merval cumplió su objetivo de acercarse a la meta de los 2.000 puntos en noviembre.
Diciembre luce como un mes estacionalmente ilíquido, en donde la tasa de interés podría ubicarse en un amplio rango que va de un piso del 9 por ciento anual a un techo del 12 por ciento anual.
La tasa es la primera enemiga de la Bolsa, mientras que el segundo gran enemigo es el vencimiento del mercado de futuros y opciones que genera en un solo día una oferta potencial de papeles muy importante que puede hacer retroceder los precios en esta coyuntura de mercado.
En este contexto y luego de observar que el índice Merval en apenas dos meses subió cerca de 400 puntos, luce lógico, natural y razonable, una toma de ganancias que posicione al índice Merval en el amplio rango entre 1.700-1.800 puntos para luego del 15 de diciembre retomar la tendencia alcista.
En materia de bonos, Argentina colocó con gran éxito el Bonar VII a una tasa del 8 por ciento anual, para que esto ocurra ayudó, y mucho, la baja de la tasa de retorno de los bonos de Estados Unidos.
No obstante, los bonos tanto en dólares como en pesos están en niveles muy altos, que para esta época del año y con una tasa de interés que estacionalmente se empina a la suba, da algo de mareos y náuseas.
Daría la impresión que es mejor dejar pasar para otro momento la inversión en bonos, y sólo tomar posición en fideicomisos que muestran un rendimiento en pesos que va entre el 12 por ciento y 14 por ciento anual a la espera de nuevas oportunidades.
Conclusión final
A nivel internacional se ve a la bolsa estadounidense en suba, con un mayor grado de selectividad ya que las elegidas serán las compañías exportadoras. La tasa en el exterior descendiendo en el área dólar y subiendo en el área euro.
En materia de monedas el euro sigue siendo un buen resguardo de valor. Su cotización pasó de 1,17 a 1,34 y todavía puede llegar a la zona de 1,38-1,40 por dólar. Si compró espere, si tiene que comprar también espere, el negocio era comprarlo hace unos meses atrás.
Para Argentina se observa una fuerte toma de ganancias en acciones y más leve en bonos. El escenario financiero luce muy, pero muy bueno de cara al año 2007, pero por ahora lo mejor es mirarla desde afuera.
Lo que queda claro que el tipo de cambio seguirá fijo por mucho tiempo en Argentina, dada la devaluación internacional del dólar.
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