|
domingo,
03 de
diciembre de
2006 |
Un secreto del río marrón
El nudismo es un secreto guardado bajo llave entre los habitué de las islas del Paraná. Un puñado de ellos confesó a este diario que se practica en parajes muy alejados y casi ocultos donde no se accede fácilmente y muy pocos conocen de su existencia.
Pero el topless, en cambio, está cada vez más impuesto entre las mujeres más zafadas de las playas del río marrón. Con el correr de los años no ha sido difícil hallar chicas (y hasta señoras de más edad) capaces de exhibir sus pechos al sol. Y en ciertos paradores, se fomenta este fenómeno que en otras latitudes del planeta es tan común como bañarse.
Durante el verano del año pasado, el balneario Hanglin (cuyo nombre nació como homenaje al periodista que fomenta el nudismo) se convirtió en un ícono del destape rosarino. Sus impulsoras defendieron a rajatabla la posibilidad de despojarse de la parte superior de la bikini en plena isla.
Esta posibilidad se fue difundiendo de boca en boca y logró convivir con un ambiente familiar. Las mujeres que tomaron la posta de sacarse el corpiño expresaron sus argumentos: "Al estar un tanto alejados del bullicio, nos animamos por el hecho de estar apartadas del movimiento", expresaban hace un año.
Claro está que el topless no es todavía una actitud masiva. Suele suceder los días de semana cuando concurre menos gente al río, aunque cada vez con más frecuencia se observa los sábados y domingos.
enviar nota por e-mail
|
|
|