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miércoles,
29 de
noviembre de
2006 |
Lucha contra las bacterias
Un grupo de científicos del Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario (IBR), encabezado por los doctores Gustavo Schujman y Diego De Mendoza, estudiaron cómo las bacterias fabrican grasas y caracterizaron el mecanismo por el que regulan su producción. Este trabajo podría ser un arma valiosa para luchar contra infecciones que afectan tanto a la salud humana como animal. Los ácidos grasos son componentes fundamentales de todos los seres vivos y las células necesitan adecuadas cantidades y tipos de grasas en sus membranas, por lo que regulan cuidadosamente su elaboración.
En un trabajo previo los investigadores descubrieron una proteína reguladora (FapR), que al unirse al ADN (ácido desoxirribonucleico) impide la fabricación de las herramientas necesarias para la elaboración de grasas. Recientemente, este mismo equipo había identificado la señal que detecta la proteína FapR para saber cuándo permitir la síntesis de lípidos.
“Encontramos una proteína que es la que se encarga de prender y apagar la síntesis de grasa y la señal que utiliza esa proteína para decidir cuándo hay que hacerlo”, refirió Schujman en diálogo con La Capital. “Resulta novedoso ver cómo las bacterias deciden esta parte importante del metabolismo, porque si no pueden sintetizar grasas, se mueren, por eso, si impedimos que la proteína detecte la señal, la bacteria no puede vivir y por lo tanto encontramos un nuevo blanco para la producción de antibióticos”, apuntó el científico. Estos resultados hacen a la relevancia del nuevo descubrimiento, porque en el hombre este mecanismo también sería una señal de saciedad en el cerebro.
Este mecanismo está presente en muchas bacterias patógenas para el hombre como Bacillus anthracis, Stafilococcus aureus y Listeria monocitogenes.
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