Funcionarios denunciaron amenazas de un preso

Fernando Rosúa y José Luis Benaglia fueron intimidados por un hombre detenido por liderar una banda de ladrones

Carlos Antonio Ramón Coronel tiene una historia que parece encaminarse siempre hacia la sorpresa. Primero fue como preso ejemplar en la cárcel santafesina de Las Flores, cuando su trabajo en la biblioteca lo catapultó a la oficina de Asuntos Penales de la provincia, en donde trabajo durante 2005. Luego fue su evasión del penal y más tarde su caída, el 17 de noviembre, en la zona sureste de Rosario, como sospechoso de más de 20 atracos a mano armada en la capital santafesina. Ahora, un juez de Instrucción rosarino investiga una serie de amenazas que Coronel le realizó por vía telefónica a funcionarios provinciales: Fernando Rosúa, titular de la Secretaría de Seguridad Comunitaria; y José Luis Benaglia, subsecretario de Asuntos Penales. "Decile a tu viejo que se deje de joder porque les voy a arruinar la vida", fue lo que le dijo Coronel a Fernando Rosúa, hijo del ministro de Gobierno provincial, según denunció el funcionario ante el fiscal Norberto Angel Picca.

"Conmigo Coronel habló la semana pasada. Y a Benaglia le dejó grabada una amenaza en su teléfono", contó ayer por la tarde Fernando Rosúa, ex director del Servicio Penitenciario y actual titular de Seguridad Comunitaria. El hijo del jefe de la cartera política santafesina dijo que Coronel "le apuntaba todo el tiempo a mi viejo. Me decía: «Decile al ministro que la termine. Los servicios me dijeron que fue él quien armó todo esto»", en relación a su detención e imputación como miembro de una banda de ladrones, confió el funcionario.

Asimismo, Rosúa hijo recordó que Coronel "dijo que «si no la cortan les voy a arruinar la vida»". Consultado sobre el acceso que tuvo el delincuente a su teléfono celular, el funcionario precisó: "Mi número es siempre el mismo y este teléfono lo tienen desde presos hasta otros hombres del gobierno".

El titular de Seguridad Comunitaria denunció las amenazas el viernes en la Fiscalía 5 de Rosario y el juez de Instrucción Jorge Eldo Juárez comenzó a investigar. "Charlando con Gustavo Peters (subsecretario de Seguridad Pública) me comentó que también había existido un llamado para José Luis Benaglia (subsecretario de Asuntos Penales). En el contestador le quedó grabado: «Si el ministro (por Roberto Rosúa) no termina con todo esto, me lo voy a llevar puesto a Fernando»", relató. Según dijo Rosúa, Benaglia le entregó la grabación al juez Juárez.

Cuando Coronel perdió en el sureste rosarino, en una casa de bulevar Seguí al 100 hace dos semanas, era el evadido más buscado por la santafesina. Y con su caída, como suele suceder, comenzaron a conocerse los pormenores de su vida. Se supo que tenía varios nombres falsos y que le decían Monzón o Cordobés. Nacido y criado en la capital provincial, estuvo preso en la Unidad II de Las Flores hasta mediados del año pasado cuando obtuvo la faz de confianza y fue derivado a una "casa de progreso" del Servicio Penitenciario.

Fue entonces que Benaglia lo llevó a trabajar a Asuntos Penales. "Era un buen preso. Mientras estaba en Las Flores trabajaba en la biblioteca y generaba constantes actividades culturales. Benaglia lo llevó a trabajar porque era un preso que colaboraba", comentó el ex titular del Servicio Penitenciario. Coronel gozó de salidas transitorias hasta un día antes del día de la raza. El 11 de octubre de 2005 salió, decidió no volver y los investigadores le perdieron los pasos hasta un año más tarde.