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 domingo, 12 de noviembre de 2006  
Cooperación científica entre Ucel y Asaga
Los futuros aceiteros tendrán una planta piloto para aprender
El emprendimiento tendrá fines de capacitación e investigación para un sector clave de la economía local

Sandra Cicaré / La Capital

Con una inversión inicial cercana a los 500 mil pesos y en una superficie que de arranque demandará unos 700 metros cuadrados, la Asociación Argentina de Grasas y Aceites (Asaga) y la Universidad del Centro Educativo Latinoamericano (Ucel) construirán una planta piloto de aceites para que estudiantes y operarios de distintas compañías del rubro puedan familiarizarse con los procesos industriales de producción de alimentos comestibles y al mismo tiempo, como un espacio de investigación para el desarrollo de nuevas técnicas vinculadas con el sector.

Aunque recién se está trabajando en la definición de las etapas de construcción y operativas, se prevé que la planta estará terminada en dos años, un trabajo que se encarará con fondos propios de ambas instituciones. Por ahora, los especialistas de la Asaga y la Ucel que están definiendo los detalles finos del proyecto están a la búsqueda de un predio en el Gran Rosario, donde está montado el complejo agroexportador de la región, por caso el más competitivo del mundo. "Aún no tenemos el lugar pero estamos viendo varias alternativas, desde Carcarañá hasta Villa Diego", expresó el rector de la Ucel, Ovidio Torres.

El acuerdo tiene objetivos científicos, tecnológicos e industriales y a partir del mismo se avanzará en el terreno de la formación académica, a través de la posibilidad que tendrán tanto Asaga y sus miembros como los alumnos, docentes e investigadores de la Ucel de realizar investigaciones, simulaciones, procedimientos, experiencias sesgadas y controladas.

"Esto permitirá a la universidad formar recursos humano de tipo práctico para que no tengan que realizar el período de adaptación entre lo teórico universitario y la actividad de la industria. De hecho, hasta ahora se venían formando ingenieros o licenciados teóricos, no técnicos", indicó Eduardo Rodil, secretario de asuntos institucionales de la Ucel.


Posgrado
Pero el acuerdo es más abarcativo y pretende proyectarse en nuevas áreas de formación. Por caso, se prevé para 2007 el lanzamiento de un título de pregrado en aceites y grasas, para lograr una especialización direccionada hacia el rubro por parte de los técnicos superiores graduados con especialización en alimentos o carreras semejantes y que a su vez los mismos puedan recibir capacitación adicional y actualizar sus conocimientos para aplicarlos en el trabajo diario. Además, se realizarán cursos orientados a estudiantes y personal de la industria aceitera.

En tanto, en 2008 ambas instituciones pretenden poner en marcha la carrera de grado en aceites y para el 2009, un postgrado en esa especialidad.

El proyecto, que le permite tanto a la Asaga como a la Ucel proyectarse a la comunidad a través de la vinculación de lo académico con la producción en la que cada uno aporta su parte, también facilita la formación de recursos humanos capacitados, una demanda insistente de la industria para consolidar los procesos de crecimiento.

A priori, el trabajo comenzará con la réplica de los procesos de producción para obtener aceites comestibles pero según los directivos de las entidades, "el proyecto no tiene techo".

Por caso, la presidenta de la Asaga, Graciela Milito, explicó que "el objetivo de corto plazo es lograr el proceso que nos lleve a la producción de un alimento comestible", aunque reconoció que "a medida que haya necesidades va a ir ampliándose, por ejemplo para la producción de margarinas, mayonesas, es decir, todos los derivados del aceite".

Por estos días, "se está armando el diseño de la planta y ya está el flow general de la producción que nos permita llevarla al grado alimenticio", precisó Angela Orlando, tesorera de Asaga, quien indicó que se requieren a priori unos 700 metros cuadrados para instalaciones y ya se están conectando con proveedores de máquinas e instrumental para el montaje.

En la elección del terreno jugarán dos aspectos clave. "Queremos una categorización del predio en función de la accesibilidad para los alumnos y de establecer buenos vínculos con los vecinos. buscamos generar un entorno favorable al desarrollo de la actividad", precisó Orlando.

A la hora de repartir los gastos, los terrenos y la edificación serán cubiertos por la Ucel mientras que las maquinarias y equipamiento por Asaga.

Cuando los directivos hablan de que no hay techos también piensan en los nuevos desafíos que se vienen en materia energética. Por eso, no descartan incluir la producción de biodiesel, aunque por ahora "no es la tarea prioritaria del proyecto", aseguraron.


Quienes la usan
La utilización de la planta, que según precisaron se estará diseñada con una capacidad de aproximadamente 50 kilos, será mixta. Por un lado se usará en forma conjunta por la Ucel y la industria en los procesos de investigación o cursos, precisó Rodil mientras que en forma separada podrán trabajar en ella tanto los socios de la Asaga como los alumnos cuando necesiten llevar adelante experiencias simuladas. Además, explicó que cuando se trate de tareas didácticas puras serán los docentes los que estarán a cargo mientras que en el caso de que lo utilicen las industrias serán los encargados de control de calidad o proceso los que pilotearán las actividades. De todos modos, las instituciones fijaron la figura de un coordinador general que quedó en manos de Ricardo Quercio.
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Ovidio Torres, rector de la Ucel, y Graciela Milito, presidenta de la Asaga.

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