Comunicación: sin palabras

Todas las personas experimentan, al menos una vez en su vida, la sensación de no poder expresar los sentimientos con palabras. Sin embargo, cuando esa imposibilidad para transmitir los propios estados afectivos permanece en el tiempo, da paso al desarrollo y la aparición de la alexitimia, un indicador clínico observable en hombres, mujeres y niños. Según los especialistas, la característica principal de este trastorno descripto en el año 1973, es justamente la dificultad para expresar con palabras los estados afectivos.

No obstante, de acuerdo con lo expresado por el doctor Roberto Sivak, médico psiquiatra, presidente del Instituto Estrés y Trauma de Buenos Aires (Ietba), existen otros puntos importantes que permiten establecer la existencia de esta condición: "El término no sólo se relaciona con los inconvenientes para expresar las emociones o los estados afectivos, sino también con la dificultad para diferenciar sensaciones corporales de sentimientos, y para reconocer las emociones de los demás. Además, se materializa en un marcado conformismo social y a partir de la predisposición a responder corporalmente y con conductas impulsivas ante situaciones tensionantes o de estrés".

Con respecto a la incidencia de esta condición clínica y psíquica, el doctor Sivak, indicó que tanto chicos como adultos, hombres y mujeres pueden padecer alexitimia, evidenciando restricción de la vida afectiva, aislamiento, dificultad para comunicarse y tendencia a somatizar ante determinadas situaciones perturbadoras. La alexitimia constituye un indicador de vulnerabilidad que predispone a somatizar o agravar cuadros físicos preexistentes debido a la imposibilidad de exteriorizar las alegrías, las tristezas o los miedos.

Esta misma característica hace que, a menudo, su prevalencia sea mayor en el sexo masculino pues, debido a cuestiones de género, los hombres suelen estar tanto biológica como culturalmente menos dispuestos a expresar verbalmente determinadas emociones.

El tratamiento cuenta con recursos como la psicoterapia verbal, la terapia por el arte, la musicoterapia, el dibujo y la escritura que pueden ayudar a mejorar el cuadro en forma significativa.