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 domingo, 05 de noviembre de 2006  
Tangoterapia: una propuesta que gana adeptos

Florencia O'Keeffe / La Capital

La tangoterapia, también llamada psicotango, es una propuesta terapéutica que tiene como base el baile del 2 x 4. Esta danza es una herramienta para profesionales del área de la psicología y la psiquiatría que a partir de talleres trabajan con el objetivo de mejorar o revertir problemas como la depresión, las fobias, trastornos de la personalidad, Alzheimer (en las primeras etapas de la enfermedad), y estimular el desarrollo de niños y jóvenes con déficit de atención o sindrome de Down.

"El tango favorece el desarrollo de aptitudes físicas y motrices; mejora las funciones cognitivas porque cuando se baila hay que prestar atención a los pasos y la técnica; permite conectarse con las emociones, y especialmente hace trabajar al cuerpo", explica Federico Trossero, médico, miembro del Servicio de Psiquiatría del Hospital Provincial de Rosario, bailarín de tango y responsable de un taller de tangoterapia que funciona en esta ciudad.

La terapia a través del tango tiene una base médico-científica y su pilar es la utilización histórica de la danza como terapia.

No hace falta saber bailarlo para participar de los encuentros de tangoterapia. Las "sesiones" son, por lo general, una vez por semana. Se trabaja con grupos de entre 6 y 8 participantes que son guiados por un profesional que generalmente trabaja con un asistente.

La iluminación, el ambiente, la música... todo está pensando para crear un clima agradable, sereno, que invita a la relajación, al despliegue de los sentidos y los sentimientos. "Desde cómo se presenta una persona, cómo se para, qué actitud tiene frente a su compañero o compañera de baile o cómo abraza... todo nos sirve para hacer un diagnóstico y desde allí trabajar con los puntos débiles", explica Trossero.

El tango -dice el especialista que acaba de editar un libro sobre el tema- dispone de tres herramientas terapéuticas básicas: la poesía, la música, y la danza propiamente dicha. Esta última, señala el médico, es la que ofrece los elementos más enriquecedores para el trabajo. "La personalidad de cada participante entra en juego cuando baila", afirma.

El profesor menciona que es necesario desmitificar que se trata de una danza difícil de bailar: "Si alguien puede expresarse a través del cuerpo, bien puede hacerlo por medio del tango. Es difícil si hablamos del tango como show, del tango de escenario, pero la verdad es que antes, todo el mundo lo bailaba en sus casas y a nadie le parecía demasiado complicado...", menciona.

Juego de roles

El hecho de que el tango se baile acompañado es otra de las herramientas que Trossero tiene en cuenta a la hora de analizar el potencial terapéutico del psicotango. "El juego de los roles, el lugar del varón y la mujer, la exposición frente a la mirada de los otros, todo esto es fuente de información para evaluar y manejar el tratamiento".

El contacto físico es otro punto fuerte de la terapia: "Los dos metros cuadrados de piel que tenemos presentan receptores al dolor, a la temperatura, a la presión y al tacto, que están al servicio de una permanente comunicación no verbal. El estímulo de la piel con la caricia genera producción de hormona oxitocina en la mujer, llamada precisamente hormona del apego", explica.

Trossero aclara que si bien el solo hecho de ir a una milonga influye positivamente en el humor de una persona, la tangoterapia está pensada como un taller terapéutico con condiciones diferentes a la de un baile público. Debe existir un compromiso previo entre las partes (médico-paciente) y se seleccionan los participantes del grupo en una entrevista previa. "Es necesario chequear anticipadamente si el paciente no necesita otro tipo de terapia antes de ingresar a este espacio", destaca.

Generalmente, al final de la "clase", se realiza una charla grupal en la que se comenta lo vivido. "Es un espacio muy enriquecedor para todos", señala el médico.

"Como bailarín de tango y milonguero, pude apreciar y experimentar que todo el caudal expresivo de este baile tan especial, encierra un sentido en relación a la personalidad total de quien lo baila", dice el médico.

Según Trossero, la tangoterapia es "un espacio de realización y creatividad, de encuentros humanizados, plenos de significados y satisfacciones. Un lugar de intercambios humanos y juego. De vínculos con sentido y trascendencia, dentro de un marco de una vivencia estética y creativa singular".

Los interesados en conocer esta práctica pueden hacerlo en las páginas: www.tango-terapia.8k.com; www.tango-terapia.com.ar
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Federico Trossero durante el taller de tangoterapia.


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