El nuevo secretario de Hacienda de Rosario anticipó los ejes de su gestión

Gustavo Asegurado: "La Municipalidad cerrará 2006 sin déficit"

El funcionario negó desequilibrios en las finanzas locales y descartó un nuevo aumento de la tasa

Marcos Cicchirillo y Alvaro Torriglia / La Capital

El nuevo secretario de Hacienda de la Municipalidad, Gustavo Asegurado, dijo que las finanzas municipales cerrarán "sin déficit" en 2006 y que el presupuesto 2007 contemplará un gasto algo superior a los 700 millones de pesos. Si bien reconoció que "los administradores de finanzas son especialmente vulnerables" en años electorales, descartó que su designación al frente de esa dependencia esté relacionada con ese proceso y aseguró que si bien en esos períodos "el ambiente se enrarece", no lo ve como "un tema problemático".

En medio de la transición con su antecesor y actual titular del Banco Municipal, Carlos Fernández, Asegurado explicó a La Capital que el recambio en el área de Hacienda de la Municipalidad "es un proceso natural porque se trata de un mismo equipo de trabajo". En ese sentido, rechazó las interpretaciones políticas sobre el movimiento y también las económicas, que apuntan a una difícil situación financiera de los Municipios.

El funcionario aseguró que "nunca" manejaron en el Ejecutivo "los números de déficit que manejó la oposición" y enfatizó que el municipio tiene capacidad de mayor endeudamiento, aunque no piensan usarla. Admitió que en 2006 se desaceleró "la intensidad de algunas obras" con motivo del último acuerdo salarial con los empleados públicos y adelantó que la intención es replicar en otras iniciativas el proyecto de asociación público-privada para remodelar la peatonal Córdoba, como fórmula para realizar inversiones. Aclaró, además, que no habrá nuevas modificaciones en la Tasa General de Inmuebles.

-¿Lo sorprendió su ascenso a secretario de Hacienda?

-Me sorprendió. Estaba en España haciendo un curso y cuando volví me enteré de la noticia. Pero más allá de las versiones que circularon fue un proceso natural. No sé si existe la sucesión natural, pero yo era subsecretario de Hacienda y, a su vez, la persona que me reemplaza a mí, María Verónica Irizar, era directora de administración y colaborada principal. Lo mismo que Carlos Fernández, quien fue hace unos años director del Banco Municipal y ahora vuelve como presidente de la entidad.

-Las otras interpretaciones sobre el cambio en el gabinete fueron que tenían que ver con un mayor control político del gasto, teniendo en cuenta que probablemente crecerán las demandas en un año electoral.

-En el caso de la Secretaría de Hacienda claramente es más de lo mismo, porque somos un equipo de trabajo. Un año electoral enrarece el ambiente, está estudiado en los libros de economía. La intensidad del gasto durante el ciclo electoral forma parte de la teoría en los países desarrollados. O sea que los administradores de las finanzas están particularmente vulnerables en esos períodos. Pero nosotros no lo vemos como problemático, sabemos que es especial.

-¿Qué objetivos tiene para el año de gestión que tiene por delante?

-Finalizar los cambios en materia de servicios y proyectos que ya están marcha, manteniendo el equilibrio financiero que ha sido la característica de estos años.

-¿Cómo cerrarán las cuentas municipales a fin de año?

-No esperamos déficit, a pesar de que el presupuesto nos habilita un rojo de 14 millones de pesos. Estamos haciendo proyecciones, quedan dos meses de ejecución, pero entendemos que cerrarán equilibradas. Tuvimos que posponer la intensidad de algunos proyectos y obras con motivo del último aumento salarial, que representó 25 millones de pesos.

-¿El ajuste salarial los tomó de sorpresa o venían manejando una reserva para afrontarlo?

-No sería exacto si dijera que teníamos una reserva. Es difícil desde el ámbito municipal trabajar con esa posibilidad, más allá de la planificación de las acciones. Sólo llevamos tres años saliendo de las crisis y las necesidades en una ciudad como esta son notorias. Si bien los números económicos del país cambiaron, la presión sobre el municipio no se modificó por parte de la población que vive en situación en emergencia. El gasto social -que para nosotros sigue teniendo muchísimo impacto en el presupuesto- es muy difícil que no exista sobre nuestra mesa. También sabemos que no tenemos que estar endeudados porque nos ubicaría débiles económicamente y políticamente.

-¿El pago no remunerativo anunciado esta semana por la provincia no les pone presión también a ustedes, pensando que el año próximo las demandas se acelerarán producto de las cercanías de las elecciones?

-Si bien enrarece el ambiente, nuestra política salarial ha tenido autonomía respecto de la provincia y soluciones de mejor calidad para el personal. Por eso creo que no tendrá un rebote en el municipio.

-¿Si no fuera por el corrimiento de proyectos que pensaban llevar adelante, existirían los niveles de déficit que señalan desde la oposición?

-Nunca formaron parte de nuestros valores esos números de déficit. Nuestro compromiso es tener un resultado equilibrado. Y cuando se haga el cierre del ejercicio se verá que esto es así.

-¿Cuáles son los números de presupuesto 2007 que presentarán en el Concejo en los próximos días?

-Nos faltan conversaciones importantes dentro del gabinete. No está cerrado, pero será de alrededor de 710 millones de pesos. Las obras forman parte de las conversaciones pendientes.

-¿Cuáles son las obras que están en estudio?

-No son obras significativas, pero prefiero esperar hasta que esté cerrado el presupuesto para hablar.

-¿Cómo evoluciona la recaudación?

-Hay una serie de conceptos que están ajustados por inflación (ingresos brutos y coparticipación federal) que vienen muy bien. Tienen una tasa de crecimiento de entre un 25 y 30% (2006 contra 2005) y una situación similar es esperable para el 2007. En tanto, la Tasa General de Inmuebles (TGI) tuvo un crecimiento importante a partir de la emisión, que significó un 40% de incremento de la recaudación.

-Fernández dijo que el Municipio aún tiene margen para endeudarse. Sin embargo, la línea BID-GAU parece estar cubierta. ¿Cuáles son entonces las opciones que tiene el municipio para tomar préstamos?

-Esa línea crediticia puede ampliarse, ya que el nivel de endeudamiento que nos permitieron de 60 millones de dólares corresponde a la relación de ingresos y capacidad de pago que tenía el municipio en el 2000. Hoy con el nivel de recursos que tenemos se podrían tomar otros 30 millones más de la línea BID-GAU. También nueva deuda a través del Promudi. Pero no es una decisión que se esté evaluando.

-¿Un esquema de financiación alternativa como el de la peatonal Córdoba piensan llevarlo adelante con otros proyectos?

-Toda experiencia nueva requiere observar qué resultado va obteniendo. Pero me parece muy buena idea y que se puede avanzar mucho en ese sentido. Claramente podría pensarse en otros proyectos de colaboración público-privada que no están ajenos a nuestros escritorios. Tanto para obras como para algún otro tipo de servicios públicos. Lifschitz no tiene prejuicios con la colaboración público-privada. Nosotros creemos que la obligación del municipio es no sólo proveer mejores servicios públicos clásicos sino ser potenciador de toda la economía de la ciudad.

-Las críticas a esta iniciativa fueron que las zonas ricas al disponer de sus propios recursos podrían provocar un mayor desbalance con los barrios menos favorecidos. ¿Cuál es su opinión?

-Todo lo contrario. Veo bien que las zonas ricas se hagan cargo de sus propias cosas. Además, la tasa tiene un fuerte componente de equidad en materia tributaria, independientemente de cómo se gaste. A su vez, el municipio es redistributivo en la forma en que gasta, porque gasta más en los que menos tienen y eso se puede medir en quién se apropia de los servicios públicos municipales. Nosotros, en el caso de la peatonal Córdoba, les estamos diciendo a los que pagan más, paguen más todavía para colaborar con una mayor intensidad en bienes y servicios. No se pueden corregir todas las inequidades desde las tasas municipales, incluso el sistema en su conjunto tiene limitaciones para hacerlo. Se puede corregir desde el gasto público pero además se puede corregir con este tipo de acciones público-privadas.

-¿Analizan profundizar el sistema de alícuotas diferenciadas de la TGI para subirlas o bajarlas dentro de determinadas zonas?

-Se tomó la decisión de aumentar la tasa después de muchos años en que no se modificaba. Tenía que ver con recuperar parte de los notorios atrasos que había en la correlación entre la TGI y los servicios que se pagaban con la misma. Además de la modificación de la valorización inmobiliaria de la ciudad. La aceptación que tuvo fue exitosa, queda aún espacio para lo óptimo. Pero no pensamos aumentar las tasas el año próximo.

Asegurado: "Ls administradores de finanzas son vulnerables en un año electoral".