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domingo,
05 de
noviembre de
2006 |
Idea. La relación entre la ciencia y la empresa
El diccionario tecnológico
de los hombres de negocios
Nanotecnología, energías renovables, biotecnología y la carrera espacial, en la mira de grandes empresas
Patricia Martino / La Capital
En todo el mundo el conocimiento se transformó en el principal motor para impulsar el crecimiento de los países pero en la Argentina el desafío todavía pasa porque la ciencia y la tecnología se conviertan en áreas estratégicas para consolidar el desarrollo.
Durante el 42º Coloquio Anual del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (Idea) quedó plasmado que este desafío todavía es una cuenta pendiente pero también se confirmó que lograr que la producción nacional se caracterice por su mayor valor agregado y se diferencie de otros mercados por su calidad es el camino a seguir.
Enrique Pescarmona, presidente del coloquio y titular de la firma Impsa, advirtió que "por la ciencia pasa el gran avance de la Argentina para cobrar sueldos más altos" y consideró que "haciendo commodities no se va a lograr".
Bernardo Kosacoff, director de la Oficina en Buenos Aires de la Comisión Económica para América latina y el Caribe (Cepal), sostiene que "las economías que desarrollan procesos productivos de maquilas, de ensamblados, o de producción muy sencillos no son sustentables", en franca referencia a los países asiáticos.
La sesión plenaria "Locomotoras del crecimiento nacional", sirvió como escenario para la discusión sobre las nuevas tecnologías, el desarrollo y la implementación de fuentes alternativas de energía, con el objetivo de sostener el crecimiento.
Durante el panel, un grupo de científicos e investigadores de las principales entidades y organismos del país en materia de ciencia y tecnología presentaron el Plan de Desarrollo Nacional, un programa que contempla el desarrollo de las áreas de biotecnología, nanotecnología, ingenierías avanzadas y tecnología de los materiales, energía, tecnologías de información y comunicación, y tecnologías de la salud.
El principal objetivo de la propuesta es integrar las áreas de desarrollo y competitividad industrial, la cadena agropecuaria y forestal, la infraestructura, el transporte y la integración regional, el ambiente y el desarrollo sustentable, el turismo y las culturas regionales, las industrias culturales y las políticas públicas y relaciones internacionales. Se prevé para 2008 armar un documento y presentarlo al gobierno nacional.
"La idea es que sea asumido como política de Estado para posibilitar el ingreso de Argentina a la sociedad del conocimiento", remarcó la presidente del Foro Estratégico para el Desarrollo Nacional, Norma Cadoppi, durante la presentación.
El presidente de la Comisión Nacional de Asuntos espaciales (Conae), Conrado Varotto, remarcó la necesidad de crear una agencia espacial regional como vehículo para hacer previsiones en temas socioeconómicos. En ese sentido, el especialista explicó que Argentina tiene un plan espacial que se cumple desde hace 11 años, sujeto a varias auditorías externas y que su desarrollo ayuda al crecimiento del país.
"Nuestro país es un país espacial, porque se ajusta a esa definición técnica. Argentina tiene un plan espacial que se inició en 1995. Está pensado con un objetivo socioeconómico, el de obtener información desde el espacio para combinarla con otra información y así contribuir a optimizar determinadas actividades socioeconómicas", explicó Varotto.
Luego Alberto Lamagna, gerente de la unidad de investigación y aplicaciones no nucleares de la Comisión Nacional de Energía Atómica (Cnea), llamó a los empresarios a invertir en nanotecnología, la ciencia que parte de las moléculas y aprovecha los fenómenos y propiedades físicas, químicas y biológicas a escala de longitudes para la creación de nuevos materiales útiles y funcionales que van cambiando la vida de la gente.
El investigador definió a la nanotecnología como la "quinta revolución industrial" y, en ese sentido, dijo que "deben conjugar intereses los científicos, laboratorios y empresas para avanzar en proyectos conjuntos".
Por su parte, el investigador del Instituto de Investigación en Ingeniería Genética y Biología Molecular del Conicet, Alejandro Mentaberry, afirmó que "la biotecnología es una opción estratégica para la Argentina", porque consideró que puede funcionar como "una palanca industrial" y advirtió que "el conocimiento genera poder".
De todos modos, advirtió que "con salarios bajos y poco reconocimiento social no es posible ingresar en la era del conocimiento", por lo cual estimó que "lo acuciante para la Argentina es empezar a encarar los hechos".
Mentaberry explicó la importancia de la biotecnología por "el peso del sector primario" en la Argentina, que con esta herramienta puede profundizar la generación de valor agregado, la integración agroindustrial y el desarrollo regional. En ese sentido, mencionó la paradoja de exportar granos y también cerebros.
Además, estimó que "se requiere prever mejor las consecuencias económicas, sociales y ecológicas del desarrollo biotecnológico".
A su turno, el gerente general de Industrias Metalúrgicas Pescarmona (Impsa), Emilio Guiñazú, afirmó que la energía eólica puede convertirse en una de las locomotoras del crecimiento económico y que su utilización serviría para compensar en el corto plazo un posible faltante energético. En rigor, explicó que con los actuales valores del gas y el petróleo el precio de esta energía es competitivo.
En tanto, el jefe del grupo de Termohidráulica del Centro Atómico Bariloche Darío Delmastro, destacó que la Argentina se ubica en un "lugar privilegiado" en el mundo en materia de tecnología nuclear ya que pertenece al selecto grupo de proveedores. Aseguró que el país se destaca por la calidad del conocimiento, como así también por la creación de tecnología propia.
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El titular del coloquio de Idea, Enrique Pescarmona, instó a innovar en la producción.
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