Año CXXXVII Nº 49284
La Ciudad
Política
Información Gral
El Mundo
Opinión
La Región
Policiales
Cartas de lectores



suplementos
Ovación
Turismo
Mujer
Economía
Escenario
Señales


suplementos
ediciones anteriores
Salud 01/11
Página Solidaria 01/11
Turismo 29/10
Mujer 29/10
Economía 29/10
Señales 29/10
Educación 28/10

contacto

servicios
Institucional



 domingo, 05 de noviembre de 2006  
De regreso a casa. El servicio de 15 pesos conviene más que pagar una multa
Tras una juerga, choferes a domicilio
En el exterior se los conoce como "valet drivers". Conducen el auto del propio cliente. Es la primera empresa en Rosario

Laura Vilche / La Capital

Si alguien tiene el auto en regla y planea ir a una fiesta, ya no debe resignarse a brindar con jugo o preocuparse porque lo atrape el operativo de control de alcoholemia. En Rosario, un par de jóvenes que padecieron en carne propia eso de salir de juerga y no poder probar una gota de alcohol, crearon la primera empresa de choferes designados que ofrece manejarle el propio auto al fiestero, quien por cansancio o por llegar a la madrugada haciendo eses, prefiere darle las llaves a alguien que esté bien sobrio.

La cuestión, hasta desde el punto de vista económico, es por demás de favorable, ya que la propuesta se lanza con un precio promocional de 15 pesos por servicio cuando por una multa por alcoholemia hay que pagar 300. Y como yapa a la sanción se suma la inhabilitación para conducir, como mínimo, por quince días.

"El ingenio popular no descansa" dice una remanida frase. Y en este caso, la idea cuenta hasta con el beneplácito de la directora de Tránsito del municipio, Hebe Marcogliese, quien al enterarse del emprendimiento a través de La Capital remarcó: "Me parece fantástico, sobre todo porque es un proyecto encarado por jóvenes, lo que demuestra que toman conciencia de lo peligroso que es manejar corriendo riesgos. Si está todo en regla, lo apoyo".

La figura del conductor por locación temporaria, con sus variantes, tiene antecedentes en el país y en el mundo, donde se la conoce como valet driver. Quienes tuvieron la idea de implementarla en la ciudad son Ciro Di Loreto (24 años) y Alejandro Di Pangrazio (23), dos empleados y estudiantes de turismo. Dicen que hace tres meses vienen preparando la idea y asesorándose legalmente. "Pero nos ganó de mano una empresa de Buenos Aires que, en realidad, tiene una modalidad de trabajo distinta. Empezaremos como empresa familiar, vamos a lo seguro; pero tenemos varias ideas para ampliar el servicio", dijo Alejandro.

La dinámica es la siguiente. El cliente debe reservar previamente el servicio y firmar un contrato de locación en el que el chofer se compromete a trasladar a no más de cuatro personas (que es lo que cubre el seguro) de un punto determinado (domicilio, bar, restaurante, salón de fiestas) a otro de la ciudad. Quien contrata el servicio debe acreditar titularidad del vehículo con tarjeta verde, exhibir seguro de responsabilidad civil al día y especificar hora y lugar donde quiere ser pasado a buscar.

"Eso sí -aclara Ciro-, si comprobamos que el vehículo no está en condiciones, si tiene las ruedas lisas o le faltan luces, el contrato estipula el derecho de abstenernos a realizar el traslado y el cliente nos deberá abonar una cifra mínima (4 pesos) por los gastos ocasionados".

El contrato estipula otras cláusulas respecto a las responsabilidades por daños y especifica claramente dónde comienza y termina el servicio, dejando a quien lo pidió sano y salvo. El tema no es menor cuando ya han recibido varias consultas del tipo: "¿El chofer nos acostará en la cama en caso de que estemos muy borrachos?"

Alejandro se ríe y contesta. "No, eso no nos corresponde, obviamente nos interesa dar un buen servicio, así que si nos solicitan por ejemplo el estacionamiento del auto en el garaje y está dentro de nuestras posibilidades, lo haremos con gusto".

Marcogliese dice que conoce de la existencia de experiencias como esta en el extranjero. "En España, México y Buenos Aires esto se realiza con éxito desde hace un tiempo. Es la fuente de trabajo de muchos estudiantes que van en busca de su cliente con bicicletas plegables que colocan en el baúl del auto de la persona que trasladarán y luego se ponen al volante", indica.

La funcionaria espera que la idea prospere en favor de la disminución de los índices de alcoholemia que, según asegura, han bajado en los dos últimos años: de porcentajes de entre el 18 y el 21 por ciento, se llegó actualmente a los 9 y 11 por ciento de test positivos tras cada operativo de fin de semana. Una merma que resultó, según dice, del sistema de solidaridad entre amigos.
enviar nota por e-mail
contacto
Búsqueda avanzada Archivo


Notas Relacionadas
El transportador




  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados