¡Chau pucho!

Con la ley antitabaco varios negocios se movilizaron. Espero que la ley implementada siga vigente, pese a tantos intereses creados. El bar tan mencionado se va a desplomar porque los no fumadores no concurren y los fumadores pese a su bronca tampoco lo hacen. Apoyo al gobernador Jorge Obeid que se mostró inflexible en cuanto a la protección de la salud de la población, y tengo la plena seguridad de que no va a torcer el brazo. Ya se comprobó que tanto el encargado de un local, como el parroquiano desobedeciendo la ley pagaron onerosas multas, la única iniciativa para obedecer la ley antipucho. Solo reaccionan si se les toca el bolsillo. A través de años e innumerables reclamos por mis derechos, con certificados médicos, en lucha constante hasta hoy con conductores de colectivos, de taxis, con gente que fuma en galerías cubiertas (incluso empleadas de negocios) que impiden transitar libremente en lugares cerrados. Alertando a una pareja que fumaba desconociendo la ley. Hay que insistir sobre ello porque es nuestro beneficio y el de las nuevas generaciones. Doy fe de amigos que perdieron su vida cruelmente por el cigarrillo.

María Rosa Bserini, DNI 2.742.90