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miércoles,
25 de
octubre de
2006 |
Cómo advertir el abuso infantil
En el fallo, el camarista Ramón Teodoro Ríos considera "necesario un modelo de intervención que no lastime a las víctimas, que tenga en cuenta las particularidades del fenómeno y donde el centro de la preocupación sea la criatura abusada, escuchándose con atención y respeto a los profesionales de las ciencias no jurídicas". En este sentido, el magistrado reforzó su resolución con diversas citas referidas al maltrato y abuso infantil. Luego de resumir la historia del maltrato infantil desde la antigüedad, Ríos recordó, entre otras cosas, que siempre resultó más sencillo desacreditar los dichos de una niña pequeña. "En este sentido, la difusión de las características del abuso sexual infantil resulta un arma poderosa para comenzar a revertir visiones estereotipadas que no sólo se advierten en el ámbito de la Justicia sino de la sociedad toda".
Para el camarista, los sentimientos y emociones que viven las niñas abusadas se pueden resumir en la palabra confusión, según uno de los autores que cita: Culpa, autorrecriminación, ira, afecto -cuando son abusadas por parientes cercanos- y terror se mezclan en la mente de la niña en un rompecabezas que no está en condiciones de armar".
"La víctima está bajo la influencia de quien controla la relación", advirtió, y agregó que "todo abuso sexual implica violencia o coacción, pero a veces se produce de tal modo que hasta la misma víctima duda de que la violencia haya existido". Por eso "no puede cuestionarse la actitud de la niñas abusadas que en lugar de denunciar los hechos o alejarse de los abusadores hayan regresado para continuar siendo abusadas".
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